Hay que educar para la democracia desde muy temprano para producir ciudadanos comprometidos.


El sistema educativo debe cumplir una misión difícil y amplia, pero imprescindible como: formación de ciudadanos integrantes de una sociedad, responsables, críticos y transformadores. El espacio curricular interdisciplinar es el que debería enmarcar las respuestas de la escuela a las permanentes transformaciones del mundo actual. Se trata de que los alumnos adquieran saberes y competencias donde la noción central, sea poner en juego la práctica democrática. Es decir, la búsqueda de formas de dialogo y deliberación, en la que sea posible la comunicación libre y abierta, ordenada y competente, tanto conceptual, actitudinal e Institucional, comprometiendo a toda la comunidad educativa. En el aspecto "Social'': son contenidos que se aprenden en la vida cotidiana, en la familia y en los diferentes grupos donde se interactúan. O retos para la educación como proponer, exponer y convencer con el ejemplo.


Desde lo antropológico, en la educación se vislumbra la necesidad de una serie de esfuerzos para la educación en ambiente democrático. La democracia bien entendida es expresión privilegiada y típica de la solidaridad persona- sociedad. Formar en contenidos de ciudadanía, es clave para la valoración del sistema democrático. Su conocimiento es esencial para los derechos democráticos y, por lo tanto, de plena ciudadanía por el influjo dado a dichos contenidos. Cabe destacar que sin la abierta competencia entre fuerzas sociales y agrupaciones políticas, no hay democracia. En este sentido, ha de existir el compromiso y esfuerzo de la Familia, Sociedad y Estado. Así se facilita la realización de las dos obras vitales: el proyecto personal de la vida y el social político.


La política no debe ser agresión sino diálogo, puesta de acuerdo, ejemplaridad, participación, nunca agresión. Educar para la democracia significa aprender a vivir con ella, unida a valores como justicia, libertad, tolerancia, pluralismo y respeto mutuo. La educación política, es una forma de promover el compromiso con la democracia y la libertad.


Desde esta perspectiva, se hace necesario que el proceso electoral sea conocido por cada ciudadano de tal manera que su participación electoral sea debidamente informada, tanto en los procesos electorales como en el contenido que se dirime en la contienda electoral.


Así surge la necesidad de una labor educativa significativa. El escritor Fernando Sabater manifestó al respecto: "No están mal formados los ciudadanos académicamente, sino mal formados cívicamente, porque mucho de ellos, no pueden expresar con argumentos sólidos sus demandas sociales. En algunas ocasiones, no saben discernir en un discurso político lo que hay de sustancial cerebral y lo que es mera hojarasca demagógica.


El cambio en la sociedad puede darse si cada persona, es un ciudadano participativo y creativo desde el pequeño espacio de cada uno. Se debe promover dentro de la escuela, la adecuada comprensión y ejercicio de los contenidos en la Constitucional Nacional, el funcionamiento de las instituciones, así como constituciones provinciales, es decir, una verdadera educación política. Vivamos mañana una verdadera fiesta de la democracia. 


Por Yolanda Quiroga

Especialista en educación.