El 29 de mayo de 1810, la Primera Junta de Gobierno dio nacimiento formal al Ejército Argentino al reconocer el trabajo de las tropas militares durante el proceso revolucionario, elevó a regimientos a los batallones existentes y reorganizó las unidades dispuestas en todo el territorio, siendo creados los primeros cinco regimientos de infantería.


Convengamos, que en aquella época los rangos militares se obtenían por decisión de los propios soldados ya que elegían un líder, por sus determinaciones y bravura, y le otorgaban un rango militar, el mejor ejemplo es Cornelio Saavedra, que siendo un hacendado y comerciante nacido en Otuyo, hoy Bolivia, fue designado por sus hombres con el rango de "Coronel". En dicha proclama, la Primera Junta exaltó la actuación que las tropas militares habían tenido en esa semana de mayo tan trascendental para la historia argentina. Fueron pasos fundamentales para la futura independencia y la formación del Ejército.


El 28 de mayo de 1810, se había gestado el Departamento de Gobierno y Guerra, cuyo secretario fue Mariano Moreno. De inmediato, se expidió un bando de la Junta que ordenó la entrega de armas de cualquier tipo en poder de los particulares, con el propósito de asegurar el armamento de una fuerza orgánica militar.


Estas medidas, que institucionalizaron a las fuerzas existentes, dieron los primeros pasos hacia la formación del Ejército Patriota que luego comenzaría el camino hacia la independencia, declarada seis años después.


Por iniciativa del presidente de la Nación Domingo F. Sarmiento, el 11 de octubre de 1869, se sancionó la Ley 357, que establecía la creación del Colegio Militar de la Nación, un instituto de formación de nuevos oficiales profesionales con los que se nutrirían las filas del Ejército y el 5 de octubre de 1872 (también bajo la presidencia de Sarmiento) se funda la Escuela Naval Militar. 


Uno de los líderes militares más relevantes que tuvimos fue el General Manuel Belgrano, ya que logra en la "Batalla de Salta", la completa rendición de las tropas españolas y prácticamente su "aniquilación".


Tampoco debemos olvidarnos de nuestro "Padre de la Patria", el General José de San Martín, ya que con su ingenioso "Plan Continental", el cual era defensivo en el norte, con las topas del General Martín Miguel de Güemes, quien contenía el avance de los realistas, y ofensivo al oeste ya que la idea fue llegar a Chile y por mar atacar el "corazón" español en Perú para así liberarlo, "Plan Continental" que lo culmina Bolívar y Sucre. Este plan de liberación que comienza en Mendoza, San Juan y La Rioja, con columnas que, sincronizadamente, cruzan la cordillera de los Andes, hoy es estudiado en todas las academias militares del mundo por ser unas de las grandes proezas militares de la historia.


El Ejército Argentino llegó a ser a mediados del siglo XX el segundo más importante de América detrás del de Estados Unidos y hoy en día sus fábricas de armamentos poseen una calidad tecnológica y de avanzada envidiada por muchos países, estando en condiciones de ser una "potencia nuclear" ya que podríamos, de principio a fin, construir ese tipo de armamento que no lo elaboramos por convenios internacionales firmados.

Recordamos las palabras del general Manuel Belgrano, que siempre servirán de guía a nuestro ejército: "Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método, no desorden; disciplina, no caos; constancia, no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia". 

 

Por: Jorge Reinoso Rivera
Periodista - Historiador