El cuerpo ha sido y es objeto de reflexión para diversas ciencias como la medicina, sociología antropología, sicología. Resulta interesante acercarnos a las ciencias sociales y poder tomar los aportes que construyen una mirada distinta y crítica. También el arte representa los cuerpos en la pintura, la escultura o el teatro entre otras .Todo esto puede ser de ayuda para reflexionar acerca del lugar y significación del cuerpo en la sociedad. Cuando la escuela hace lugar al cuerpo alejado de los estereotipos, este puede ser pensado y vivenciado como un lugar de placer y espacio de afectividad. Esto implica que es necesario promover hábitos de cuidados y promoción de la salud en general, y generar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo, con sus cambios y continuidades, tanto en lo físico como en sus necesidades emocionales, sentimientos y modos de expresión.


El adolescente vive intensos procesos de transformación que acontecen en el cuerpo, los que irán dejando huellas según sean las vivencias de aprendizajes personales y singulares que a cada uno le toca atravesar. Necesita aprender de sus padres, maestros y políticos, porque busca modelos. La mirada de los otros, familiares, amigos, los modos de estar cerca o lejos de estos acontecimientos, van otorgando ciertos significados a estos cambios.


La convención de UNICEF establece en sus diferentes artículos que los padres deben asegurar el disfrute pleno de sus derechos. La familia es la formadora del desarrollo personal, emocional y social en un ambiente de amor. Cuando esto falla se producen estados de desórdenes como alumnas embarazadas cada vez en edades más tempranas; el consumo de alcohol o drogadicción. La escuela junto a la familia, es educadora en valores y desarrollo integral. Los adolescentes y niños necesitan límites de la familia y la escuela.


Cuando suceden hechos desagradables en la escuela nos preguntamos ¿dónde están los que deberían cuidar a los niños, como los preceptores, profesores, y directivos? En el nivel primario, los docentes están en las llamadas "semana de turno'', cuyo objetivo es controlar a los alumnos en los recreos. En el nivel secundario, no vemos un preceptor cuidando los adolescentes en los recreos o recorriendo las instalaciones del centro educativo, sino haciendo trabajos administrativos. Parecería, entonces, que es en el espacio de la educación física y el deporte donde el adolescente puede vivenciar experiencias de utilización del cuerpo en toda su potencialidad de juego y creación. Pero no siempre es así. Muchas veces esta disciplina endurece sus enfoques y opera a través de una práctica repetitiva, poco interesante, donde el alumno debe someterse al aprendizaje de las pautas motrices que fija el deporte.


No es el docente de Educación Física el único que puede proponer una tarea con el cuerpo. El tema del cuerpo puede ser tratado interdisciplinariamente y podría ser abordado desde diversas áreas. La escuela debe repensar su lugar como institución que alberga determinado nivel de esta problemática para que los alumnos debieran percibir mayores niveles de contención.


La protección del cuerpo a través de diversas estrategias y medidas preventivas puede facilitar la comunicación y ayudar a sembrar con nuevas semillas los territorios del aprendizaje placentero y creativo.