No sólo hay que recurrir a la producción de contenidos audiovisuales para poder ver en modo de repetición una cinta de película, una novela, un recital o el programa que alguien graba y por hobby, lo vuelve a reproducir a discreción. Por qué decimos que para recordar no sólo hay que ir a la industria del audiovisual, porque la realidad económica social de los países ofrece esa misma experiencia del recuerdo pero en tiempo y lugar real. Así es como mirando la realidad se ve que más de un segmento o parcela de la vida cotidiana de los pueblos nos ofrece la oportunidad de apreciar la comprobación de que la historia se repite, y como alertó Georg Hegel, hay que tener patente que la historia, si bien transcurre como comedia, cuando se repite, lo hace como tragedia. Esta frase estampada en la obra La Filosofía del Derecho, obviamente se puede confrontar, porque a veces no es citada textual y correctamente.

"... la historia, si bien transcurre como comedia, cuando se repite, lo hace como tragedia".

Volviendo a la realidad actual del país, vemos que el paso oficial próximo a dar en materia fiscal y presupuestaria es la idea de no darle tregua al déficit público y reducirlo con contundencia. Señalamos que estaba previsto en el acuerdo con el FMI en un 1.3, meta esta, que por otra parte, ha quedado obsoleta, ante el cuadro devaluatorio e inflacionario actual. ¿Pero, el déficit cero es una idea nueva, o, es una historia que se puede repetir? Y la respuesta es constatable e indubitable, pues, el año 2001 nos ofrece una prueba irrefragable de que ya se lo aplicó y más allá de los resultados no conducentes a los que nos llevó, nos preponemos sólo citar cuáles fueron los fundamentos y causas que se brindaron para implementarlo en aquella oportunidad.


Es de interés esta comparación entre la situación actual referenciada al 2001, por su asombrosa mismidad, parecido o identidad a la que ya se perfila en este 2018. Conozcamos lo que decía una autoridad ortodoxa en materia económica como es el teórico Miguel Ángel Broda en nota publicada el 15 de julio de 2001 en el diario La Nación. En primer lugar afirmaba que el déficit cero del gobierno de De la Rúa lo debió haber aplicado desde el principio de su gestión, pero, que no quedaba más alternativa que hacerlo, y completaba esa propuesta con el pronóstico de que era la última oportunidad. Luego exponía que es una decisión extrema, pero necesaria luego de haber vivido una década gastando a cuenta de la deuda. Que los depósitos en caída, reservas drenadas en una medida excesiva, tasas del call Money en subida y aumento del riesgo país acelerado, sólo pueden ser combatidas por el establecimiento de una regla de oro, como es la de no gastar más de lo que ingresa. Esa norma que correspondía, decía Broda, es que no basta con modificar la ley de administración financiara sino que había que hacerlo vía ley de presupuesto para que quede ahí autorizada la reducción automática de los gastos si los ingresos también disminuyen. Enunciaba que esta regla de gasto igual al ingreso debía ser la medida que prevenga de una mega devaluación y una alta inflación. Luego, los acontecimientos medidos por sus resultados no fueron satisfactorios sino traumáticos. En suma, hay que apuntar que no sólo a través de una producción audiovisual se puede volver a ver lo que ya se experimentó, sino, que en el nivel de la realidad económico social de los pueblos también se pueden repetir los sucesos, aunque, por causas y consecuencias muy distintas. Este cuadro confuso del presente con el pasado debería llamarnos, como sociedad, a una reflexión más profunda de esta temática esencial en que nos va la propia vida de las generaciones que vivimos en el país.


 
Por el Dr. Mario A. Luna y Fabián A. Nuñez

Expresidente y exsecretario del Concejo Deliberante de Jáchal, respectivamente.