La agricultura en San Juan la iniciaron los pueblos originarios. Su riego es de vital importancia para producir más y mejor.

Desde 1944, el gobierno argentino instituyó el 8 de septiembre como el "Día de la Agricultura y del Productor Agropecuario''. Esto se debió a que esa fecha, pero de 1856, se produjo la fundación de la primera colonia agrícola, mediante el decreto Nº 23.317. Pero, hagamos un poco de historia. Antes de la llegada de los españoles, el territorio de San Juan estuvo habitado comunidades como los Huarpes (al Sur), los Olongastas (al Noroeste), los Capayanes (en los valles de Vinchina, Guandacol y Jáchal). Estos pueblos se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Estaban en tierras regadas por redes de canales y acequias que ellos mismos construían para garantiza el riego del maíz, la quinoa, el poroto y la calabaza. El maíz fue entonces fundamental en su dieta; lo comían asado o cocido y también lo secaban al sol para obtener chuchoca que consumían molida. También recolectaban frutos de chañar y algarrobo. El territorio ocupa una superficie de 91.646 km2. Siguiendo este legado, en 1820, San Juan se constituyó en provincia autónoma, pionera en la institucionalización de la gestión del riego. Se sancionó una ordenanza en 1824, para regular la distribución y el uso de los recursos hídricos. En el año 1824, la gobernación dispuso por decreto que la distribución y el uso del agua debían hacerse por medio de compuertas y en proporción a la superficie. En Pocito, por ejemplo, los agricultores propusieron un plan de distribución del agua para el canal en el año 1838, mismo que fue aprobado por el Poder Ejecutivo. Situaciones similares comenzaron a surgir en todos los departamentos con canales de riego. En 1850 se construyó el dique San Emiliano o Benavídez, como se le conoció.


De acuerdo con los Registros del Departamento de Obras Públicas de la Provincia, en 1920 había 111.704 hectáreas con concesiones de carácter permanente. En 1930 había 17.150 propiedades agrícolas en 91.225 hectáreas bajo riego, de las cuales 55 % tenía una extensión menor a 1 hectárea; 22 %, entre 1 y 5 hectáreas; y 18 %, entre 5 y 20 hectárea.


Situación del riego


La geografía de la provincia de San Juan se caracteriza por tener el 80 % de los 92.8 mil km2 de su superficie. Vid 50.820 ha, olivo 17.960 ha, frutales 5.784 ha, hortalizas 9.728 ha, cereales 1.309 ha, semillas 2.145 ha. aromáticas 2.707 ha, pasturas 232 ha, forestales 4.186 ha, arbolado público y huerta familiar 3.253ha: total 102.688 hectáreas.


San Juan tiene una superficie de 89.651 kilómetros cuadrados. De este territorio, menos del 3 por ciento es apto para el desarrollo agrícola. Según un relevamiento realizado en 2007, la provincia cuenta con un total de 104.707 hectáreas de superficie cultivada. De ellas 89.118 - el 85 por ciento - están bajo red de riego, en tanto 15.586 (casi el 15 por ciento) pertenecen a zonas regadas exclusivamente con agua subterránea. Prácticamente la mitad de la superficie implantada se encuentra en propiedades de menos de 15 hectáreas.


En la actualidad, algunos sectores del minifundio están pasando por momentos difíciles, pero no insuperables. Nuestra visión al futuro inmediato es que se debe diversificar mucho más, como fue el caso de los pistachos, las alcaparras, el azafrán y tantos otros productos, que necesita el sector del minifundio, además desde el gobierno provincial, se debe incentivar a una fuerte política de producir hortalizas bajo reparo, teniendo en cuenta el incremento de los vientos Zonda.


La importante tarea del Estado es ayudar a los pequeños productores para encontrar más y mejores mercados, con el fin de ubicar sus productos y poner en valor la agricultura sanjuanina.

Por Jorge Suárez 
Dirigente de Federación Agraria del Oeste