
La Pachamama es la diosa de la tierra, la que concibe la vida, la madre protectora que protege, nutre y sustenta a los seres humanos y, por todos estos atributos, es honrada. El Día de la Pachamama es un rito que las comunidades andinas celebran desde hace varios siglos. Por tal motivo, las provincias del noroeste argentino son en general las que aún conservan en su acervo cultural tradiciones religiosas de tiempos prehispánicos. Tal es el caso de la veneración a "La Pachamama", también denominada "Mamapacha".
Es una deidad femenina de los pueblos campesinos cuyo origen según ciertos autores sería aymara llegando a tener gran popularidad en el Incario o Imperio Inca.
Adolfo Colombres expresa que la "palabra pacha designó en un principio sólo un tiempo o edad del mundo, para pasar luego a referirse a un lugar o espacio y a la misma tierra generadora de la vida y fecundidad".
La gran fiesta se le celebró hace unos días, más precisamente el 1 de agosto. Este es el día de la "corpachada" (corpachar: dar de comer y beber a la tierra) una significativa y solemne práctica ritual que comienza con una plegaria a través de la cual se establece un compromiso sagrado entre el hombre y la pacha que los dos están obligados a cumplir. Luego de esta rogativa se continúa con la principal parte del ritual. Se prepara comida, se elabora chicha, además se adquiere coca y cigarrillos.
OFRENDAS A LA MADRE TIERRA
Los creyentes arrodillados depositan parte de estas ofrendas en un hoyo cavado en ciertos sitios como puede ser un lugar de la vivienda, a la orilla del camino o en la cercanía de una vertiente. A estos espacios se los suele denominar "apachetas", considerados como templos. De esta manera las ofrendas brindadas pasan a formar parte de la madre tierra.
Finalizada esta ceremonia los creyentes ahuman la tierra y se retiran sosegados porque la pacha ha quedado complacida.
Para los indígenas andinos la Pachamama es además la encargada de madurar los frutos, acrecentar el número de ganado y se acostumbra a invocarla en tiempos de sembradíos, ante posibles contingencias climáticas y para proteger a los caminantes de la puna o el "soroche". También se dice que es muy solapada y vengativa con los incrédulos e ingratos sobre todo con los que no "corpachan".
Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia
