No hay duda alguna que los niños desbordan energía. Es por eso que es importante enfocar esa energía con el deporte.


Escuchamos constantemente sobre la importancia de hacer deportes o ejercicio; la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como "cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía", lo que significa que, el solo hecho de mover la cabeza de un lado a otro, lavar objetos o bañarse diariamente pueden considerarse como actividad física.


El ejercicio es la actividad física planificada, estructurada repetitiva y dirigida hacia un fin, implica modificar las aptitudes físicas y mantenerse saludable.


En cambio, el deporte es la actividad física especializada, de carácter competitivo, que requiere entrenamiento físico y está reglamentado. Ambas están altamente relacionadas.


Un problema grande que enfrentan hoy los niños es el sedentarismo: el porcentaje de niños y adolescentes obesos y con sobrepeso ha superado el doble de su valor durante los últimos 30 años. Aunque esta epidemia es producto de varios factores, es un hecho que los niños tienden cada vez más al sedentarismo. En la actualidad, pasan más tiempo sentados que antes.


Según la Fundación de la Familia Kaiser, el niño promedio ve aproximadamente 3 horas de televisión por día. Y un total de 5 horas y media frente a la pantalla de distintos medios (televisión, video y DVD, videojuegos y computadora fuera del horario escolar). Por lo tanto, el que jueguen o practiquen algún deporte es esencial para combatir dicho problema infantil; además el ejercicio llena a los niños de muchos beneficios.


Algunos beneficios de los deportes en los niños dados por una guía infantil son los siguientes:


Introduce al niño en la sociedad. Le enseña a seguir reglas. Le ayuda a abrirse a los demás y superar la timidez. Frena sus impulsos excesivos. Fomentará en el niño la necesidad de colaborar por encima del individualismo. Le hará reconocer, aceptar y respetar que existe alguien que sabe más que él. Produce un aumento generalizado del movimiento coordinado. Aumenta sus posibilidades motoras. Favorece el crecimiento de sus huesos y sus músculos.


Puede corregir posibles defectos físicos. Potencia la creación y regularización de hábitos. Desarrolla su placer por el movimiento y el ejercicio. Estimula la higiene y la salud. Le enseña a tener ciertas responsabilidades. El ejercicio aeróbico puede ser divertido tanto para adultos como para niños. Algunos ejemplos: baloncesto, ciclismo, patinaje sobre hielo, patinaje en línea, fútbol, natación, tenis, caminar, trotar, correr, etc.


Aumentar la fuerza no significa levantar pesas. Aunque para algunos niños levantar pesas puede ser beneficioso, esta actividad se debe realizar bajo la supervisión de un adulto con experiencia que trabaje junto con ellos.


El niño debe practicar el deporte que le guste. No hay uno mejor que otro. El indicador será sólo el que le agrade al involucrado; no al papá, a la mamá, ni al profesor.


Es importante que conozca distintas disciplinas y que sienta el apoyo de su familia en su decisión. La clave es que escoja un deporte al que los papás lo puedan acompañar y que tenga las condiciones para practicarlo.


Los niños deben hacer ejercicio, sin olvidar que éste será a la vez divertido. El deporte les ayudará a desarrollarse física y mentalmente, a estar sanos y a relacionarse de forma saludable con otros niños.


Tendrá más confianza en sí y su autoestima será sana, dejará a un lado muchos miedos y tendrá más amigos. Como verás son grandes las ventajas del deporte en los niños, y me atrevería a decir que no existen desventajas.

Por Lucía Legorreta  

Presidenta del Consejo de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.