Por el lado del frente de Sergio Uñac se puede decir que son tres los candidatos con más chances, o al menos es lo que se desprende de declaraciones del Gobernador y rumores internos del peronismo. Los ministros de Hacienda y Gobierno, Roberto Gattoni y Emilio Baistrocchi, respectivamente, más el vicegobernador Marcelo Lima, están primeros en la línea de largada y en igualdad de condiciones, aclaró ayer una fuente anónima del PJ. Si alguno de los mencionados se convierte en candidato a vicegobernador, es que Uñac mantiene intacta su aspiración a competir en la elección nacional. Si el elegido es otro u otra, pues la cuenta es clara: Uñac no le cerrará la puerta públicamente a su "posibilidad nacional", aunque sus fichas serán distintas. Y en el caso de Cambiemos o "Con vos", el nuevo nombre del mismo frente que encabeza Marcelo Orrego, la ensalada es un poco más compleja, como suele ocurrir con los partidos o frentes que se enrolan en la oposición de casi cualquier democracia joven y errante como la nuestra. Por las últimas mediciones, casi el único que podría sumarle apoyo extra sería el intendente de Rivadavia, Fabián Martín, aunque no sería saludable para él inmolarse cuando tiene chances de erigirse como el único opositor vencedor del extenso calendario electoral 2019. Martín está listo, dicen, para crecer dentro del basualdismo y si bien Orrego es el dueño de las listas, no debería sorprenderle a nadie que el rivadaviense exija otro trato después del dos de junio.

Días atrás, en el cierre del programa radial A todo o nada, se sentaron en la misma mesa Baistrocchi, Uñac y Gattoni. Alguien preguntó si alguno de los ministros se iba a convertir en el candidato a vicegobernador. Los tres rieron a la vez y se miraron fijo esperando que otro dijera algo, que alguien tirara cartas primero que el otro. Por supuesto todo se descomprimió con bromas y no quedó flotando ninguna preferencia de Uñac, porque los tres son buenos jugadores de truco, se ve. También estuvo Lima, luego, y ninguno de los periodistas nos avivamos para hacerle la misma pregunta, porque los tres nombres tienen lecturas distintas. Ante una consulta, distintas fuentes dijeron ayer que los tres están en la línea de largada y descartaron una cuarta opción. Es decir, el vicegobernador de Uñac saldrá de esos nombres, no hay otros. Yo, a modo de aventura periodística casi aseguraría que será Gattoni, aunque nadie me dijo lo contrario ni me dio señales en ese sentido. Sólo intuición periodística. Baistrocchi está muy cómodo en el Ministerio de Gobierno y Lima, aseguran, tiene otras aspiraciones. Si es cierto que estos tres están en la línea de largada, es que Uñac mantiene firme su idea de proponerse a nivel nacional, dependiendo del escenario, por supuesto.


Esta semana el diario Clarín puso al sanjuanino como uno de los dirigentes que tiene diálogo con todos los sectores, incluso el kirchnerismo más duro. Es más, el matutino habló de varias reuniones entre él y Cristina Fernández, aunque nadie en San Juan quiso confirmar ese dato. Uñac viene diciendo que el peronismo debe contener a todos, pero que la expresidenta debe excluirse de una candidatura. Esa decisión, parece, no está tomada aún y será clave para las aspiraciones de cualquiera en la oposición nacional. Con CFK nadie puede competir, pero ella tiene el poder de bendecir nombres propios. El diálogo con ese sector para cualquiera que tenga aspiraciones presidencialistas es clave, aunque a algunos les resulte antipático.


Del otro lado del mostrador, las peleas son más caseras. Orrego aceptó postularse porque Roberto Basualdo se negó y eso se sabe, lo saben en los departamentos y todos trabajan con ese escenario. El santaluceño debe elegir muy bien a su candidato a vicegobernador, porque no está para regalar votos. Probablemente la elección más inteligente sería la de elegir a una mujer, que en la oposición las hay y con pergaminos. Admitamos, las damas de ese sector cargan algunas luces más que las del oficialismo, aunque esta frase caiga antipática. Además de un par de nombres femeninos, alguien habló del intendente de Rivadavia, y es muy interesante detenerse en esa figura para analizar pros y contras.


Martín tiene ganas de todo desafío y solamente está esperando elegir el convite más tentador, es como el lobo hambriento que mira el rebaño agazapado, calculando todo alrededor. En realidad es el que más ganas tiene y eso lo perciben también los dirigentes en el interior de San Juan. En el peronismo y en algún sector del basualdismo coinciden en que el jefe comunal del Oeste provincial esperará los resultados de la elección provincial para sentarse y barajar de nuevo. ¿Pedir la candidatura a diputado nacional? Imposible, porque ese lugar será para Orrego. ¿Un segundo lugar? sería en vano, porque con los números que se conocen hoy será casi imposible que la oposición logre dos bancas de la Cámara Baja. Parecería que la negociación pudiera pasar por el control de Producción y Trabajo y por el liderazgo de la oposición, lugar que deberá disputar con su amigo Orrego, dependiendo de los votos que los acompañen a cada uno en la PASO y la general de San Juan. Será también buen síntoma de los planes de Martín saber qué lugar ocupará su otro amigo Sergio Miodowsky quien ya ha dicho que no quiere repetir mandato como diputado. Si la sociedad es verdadera, probablemente le vendría bien al actual intendente de Rivadavia que ese legislador esté en el municipio, por si él tiene que dedicarse más a su campaña para 2023. Todo va a depender de la confianza entre ambos.


Orrego no debería dejar el lugar de líder, porque para eso está haciendo el sacrificio de enfrentar a un gobernador con tan alta imagen positiva. Será interesante observar cómo hacen los dos -Orrego y Martín- para decodificar este acertijo. En política, los doble comando no sirven y el peronismo sanjuanino ya nos dio una lección de ello.