El problema de la comida chatarra en México tropieza con los intereses económicos de las grandes empresas estadounidenses y de la Unión Europea.


Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Suiza, hogar de algunas de las mayores empresas de alimentos del mundo, presionaron a México para que retrase las próximas advertencias sanitarias sobre alimentos y bebidas procesados, según un documento de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La norma mexicana, programada para entrar en vigor en octubre, requerirá un etiquetado nutricional en la parte frontal del paquete que describa claramente los riesgos para la salud que se presentan cuando esos productos contienen un alto contenido de azúcares, calorías, sal y grasas saturadas. México, el mayor consumidor de alimentos procesados en América latina y el cuarto más grande del mundo, ha batallado durante años con altas tasas de diabetes y obesidad, una crisis de salud que se ha visto agravada por el nuevo coronavirus. 


La semana pasada, el estado mexicano Oaxaca prohibió la venta a niños de alimentos conocidos como comida chatarra y bebidas azucaradas, convirtiéndose en la primera entidad del país en legislar sobre el tema. Según las actas de la OMC de una reunión del 13 y 14 de mayo, publicadas el pasado lunes, la delegación de Estados Unidos dijo que apoyaba el objetivo de salud pública de México, pero que estaba preocupada por la fecha de implementación y solicitó un período de transición de dos años. La delegación suiza dijo que los cambios en los requisitos de etiquetado sumarán dificultades "en un momento en que los productores, importadores y minoristas están tratando de asegurar el suministro ininterrumpido de alimentos y bebidas al mercado mexicano", de acuerdo con el documento. 


La Unión Europea también solicitó un período de transición de dos años y Canadá pidió un retraso de al menos 12 meses. Representantes de las embajadas de Estados Unidos, la UE, Canadá y Suiza, así como del gobierno mexicano, no respondieron a una solicitud de comentarios, pero un funcionario de México con conocimiento del asunto, que declinó ser identificado, afirmó: "se les dijo que no habría más tiempo". 

  • Obesidad en Argentina

Argentina es el tercer país de América latina que más consume comida ultraprocesada, lo que explica en parte el incremento en el número de niños y adultos con obesidad en los últimos años, de acuerdo con informes oficiales. Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmaron que en Argentina se consumen 185 kilos de comida y bebidas ultraprocesadas al año por persona, tasa que en la región sólo es superada por Chile y México, con alrededor de 200 kilos. El escenario alimenticio se agrava porque desde 2013 Argentina se convirtió en líder del consumo de bebidas gaseosas y aguas saborizadas a nivel mundial, con un total de 137 litros per cápita anual.


Las quejas o denuncias por la falta de variedad de los alimentos en este país sudamericano y por los sistemas de producción de los alimentos en general son frecuentes, pero no hay campañas efectivas de prevención ni de mejora del consumo.


La dieta argentina está compuesta fundamentalmente por carne de pollo, res y cerdo, que son criados de manera industrial; además de harinas (pastas y pizzas), arroz y escasas variedades de frutas y verduras.


El Centro de Estudios sobre Política y Economía de la Alimentación (Cepea) reveló que en Argentina se come menos de un tercio de las frutas y legumbres deseables en una dieta saludable y más del doble de carne, harinas y dulces de lo que sería recomendable. En contraste, los argentinos son líderes en el consumo de pan, gaseosas y sodio, lo que a la larga deriva en problemas de salud que afectan de manera particular a la población de menores recursos económicos que prioriza el consumo de alimentos baratos como pan y pastas procesadas. Los riesgos, sin embargo, son para todas las capas sociales, ya que la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado descubrió que uno de cada 10 menores de edad padece de "hígado graso no alcohólico", enfermedad producida por acumulación de grasa. Además, según un estudio de la OPS, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Argentina encabeza los indicadores de obesidad en América latina.

Por Anthony Espósito
Traducido por Noé Torres
Agencia Reuters