Durante su presidencia Sarmiento concretó obras trascendentales para la Nación.

Por Fabián Prado
Escritor

Una de las tantas preocupaciones de nuestro prócer sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, como presidente de la Nación, era la comunicación entre las provincias para terminar con el aislamiento. La solución se buscó en la gran expansión del ferrocarril que llegará a Córdoba, la expansión de los telégrafos extendiendo sus líneas a todas las provincias y del cable a Europa y a los Estados Unidos. La aceleración de las comunicaciones ejercía, según Sarmiento, una gran influencia civilizadora.


Su gestión fue enérgica y progresista para los tiempos que corrían, y en la provincia de Córdoba es donde vuelca casi todo su esfuerzo de modernización. Se construye aquí el Ferrocarril Central, el telégrafo, la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas en la Universidad de Córdoba y, además, el sabio norteamericano Benjamín Gould instala un observatorio para formar parte del movimiento científico de la época. Sarmiento prevé la dotación de instrumentos que permiten aumentar los conocimientos del mundo; registrando las estrellas del hemisferio Sur y un catálogo estelar completo. También se realiza la Exposición de los Productos del Suelo e Industria Argentina a lo que Sarmiento compara con las que se hacen anualmente en Estados Unidos.


Al comienzo de su Presidencia había en Córdoba dos escuelas con 49 alumnos y al finalizar, seis años después, se habían educado 3.800 personas. Todo lo que se hizo durante la gestión de Sarmiento, no solo con Córdoba sino con todo el país, se hizo en medio de grandes tensiones políticas; de guerra civil entre unitarios y federales y, por otro lado, recién en 1870 se había terminado la guerra con el Paraguay.

Ganadería y agricultura


Sarmiento siempre estuvo disconforme con los estancieros del país. Había escrito: '¡Alambren, no sean bárbaros!'', pues si no se alambraban los campos el ganado vagaba por donde quería y no se podían aplicar las leyes sobre propiedad. Estaba convencido de terminar con la industria del cuero e introducir la agricultura para transformar la economía del país.


Les aconsejaba a los estancieros ricos y a los hombres políticos que dejen de ir a pasear a París, que más bien visiten Norteamérica donde la cría del ganado les era muy rentable por su calidad, y había desarrollado la industria de la leche.


Sobre la distribución de la tierra, Sarmiento hizo profundos estudios y dedicó gran cantidad de artículos a combatir la manera de repartir los campos; herencia de las tradiciones españolas. Las tierras estaban concentradas en pocas manos, generalmente en los que estaban favorecidos por estar cerca de los círculos de poder, y en esto ve la causa del atraso y la falta de incentivos para que la gente fuera a trabajar al campo (que en general eran inmigrantes europeos).


Había escrito: 'Las generaciones presentes no tienen un palmo de terreno donde pararse, pues sus propietarios las adquirieron hace un siglo por distribuciones gratuitas.


(Referencia bibliográfica: Grandes protagonistas de la Historia Argentina, de Feliz Luna).