La Hostería de la Quebrada de Zonda como la imagen de Nuestra Señora del Líbano, son íconos turísticos de esa zona rivadaviense.


Leí en DIARIO DE CUYO una nota sobre la presentación del libro "Zonda, un mundo en colores''. En la síntesis que presenta, me ubica en el contenido del mismo, y me trae a la memoria un circuito turístico que llevé a cabo en Zonda y la Quebrada, ya que siempre es necesario tener algo armado para cuando el turista visite el sitio, sin un guía local. Fue una actividad que me encantó por lo que representa el turismo para San Juan y sus habitantes, para conocer gente de diferentes culturas y edades. Una actividad que abarca todos los aspectos de la vida de personas, de familias, de empresas y de quienes gobiernan. Este circuito me lo solicitó Silvia Manzini de Adarvez, heredera de un Museo con mucha identidad, de su padre que ella muy bien lo conserva, lo difunde, lo pone siempre en valor como con el libro presentado. Turísticamente hablando, en la Quebrada de Zonda que se encuentra al Este de la Capital, en el departamento Rivadavia, es el segundo corazón de los sanjuaninos. El primero es donde se vive y éste es el lugar al que siempre lo tiene presente, puede observar sus sierras desde donde esté, puede sentirlo cuando llega en forma de viento y disfrutarlo en cualquier momento libre. Zonda simboliza todo, montaña, río, cultura ancestral, producción, historia, tiempo libre, relajamiento, esfuerzo con el deporte, la presencia de la naturaleza total en un solo sitio y la mano del hombre. Por todo esto quiero mostrar el contenido de aquel circuito que armé y que se puede reeditar, para el que desee realizar un circuito armado y explicado. Se llama o llamaba "Sentir El Zonda con los cinco sentidos'': 1º Paladear el presente en la Bodega Merced del Estero, ubicada en el sitio que conocemos como los esteros de Zonda, 2º "Tocar las entrañas de la montaña'' cuando estaba la champagnera, en los túneles, 3º Mirar el pasado en el "Museo Manzini'', 4º "Degustar las delicias regionales'', 5º "Todo junto al aroma de la jarilla y el parral''.

 

 

En el recorrido de éste circuito se proponía, para desarrollar los cinco sentidos: lo primero ir a la Bodega Merced del estero, luego la primera usina, la parra jesuítica que tenía más de 400 años y se quemó, el puente por donde pasaba el agua con la que regaban los jesuitas, la visita al Parque Federico Cantoni, donde se encuentra el Jardín de los Poetas, hoy no conservado. El Escudo Nacional, hoy no promocionado. Estación sismológica Volponi, donde se podía observar cómo se registraban los sismos y espacialmente el de Caucete, que se observaba su intensidad en imágenes impresas, la evaluación práctica de cómo se registraban los sismos en San Juan; también se subía para ver el Autódromo E. Copello y siguiendo llegar Monumento al Ciclista, el porqué de su ubicación, el dique Soldano, Nuestra Señora del Líbano, La Hostería, el lugar histórico Sarmiento "Las ideas no se matan'', Parque Sarmiento, el Cable carril, que fue de gran atracción, los túneles de altura, la escultura Cabeza del Indio, reserva Sierras Azules, Canal del Indio y entrada al Valle de Zonda, donde se encuentran los viñedos y parrales además sus bodegas. Es bueno tener presente todos los sitios que nos identifican con un rico pasado y buen presente, si están conservados como su originalidad y puesta en valor sin que pierdan su identidad. San Juan también lo tiene todo para desarrollar los "Cinco sentidos'', con una buena guía de cada sitio bien detallada y poder "ver, tocar, oler, paladear, escuchar''.

Por María Teresa Forradellas
Licenciada en Turismo