Si bien es cierto que los números de la economía están mejorando en comparación con la anterior gestión de gobierno, también hay que señalar que faltan detalles a solucionar para que el país tenga una economía, sana, competitiva y con un estándar mejor de vida para todos los argentinos. Entre esos temas a solucionar están los impuestos de todo tipo.
En ese sentido, no pasó ni un sólo día para que el flamante presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rapallini, quien comenzó sus funciones hace menos de una semana, pusiera en agenda una negociación que la entidad empresaria mantiene con el Gobierno. “Estamos hablando para que se bajen los impuestos a la exportación”, explicó.
Según detallaron en la UIA, se trata del impuesto a la exportación a 1.000 productos, cuyo gravamen varía entre 3% y 5%. Los industriales buscan eliminarlo. Esgrimen que no afectaría demasiado al objetivo fiscal, y que tendría un impacto positivo en el sector pyme que comercializa productos fuera del país.
Fuentes oficiales se refirieron a esta iniciativa y adelantaron que el Gobierno trabaja en ella para adoptar nuevas medidas.
De esta manera, Rappallini inauguró su gestión y renovó la metáfora sobre “igualar la cancha” utilizada por su antecesor, Daniel Funes De Rioja. En este caso, habló de una mochila.
“Queremos competir, pero no queremos quedar afuera de juego por tener una mochila llena de piedras”, pronunció en alusión a las reformas impositivas y la reducción del costo argentino que reclaman.
El punto de partida
A diferencia de otros colegas suyos, no se manifestó abiertamente en contra de las importaciones, sino que utilizó un ejemplo para argumentar que existen otras medidas que pueden beneficiar más que la baja de aranceles a los productos que vienen de afuera.
“Hay empresas ahora que importan y que tenemos el mismo arancel que tienen los países como Uruguay y Brasil y, sin embargo, la Argentina cuesta el doble porque cuesta más el puerto, cuesta más el despacho, cuesta más, todo cuesta más”, indicó.
Por eso habló de una suerte de equilibrio. “Que no haya baja de aranceles sin mejorar las condiciones locales”, sugirió a la par de ponderar positivamente el orden macroeconómico del Gobierno. Citó un relevamiento de la UIA que da cuenta de la presión fiscal sobre el sector industrial: 52%. En consecuencia, mencionó que existe una cadena de valor de tributos municipales, provinciales y nacionales que distorsionan.
La Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que no se puede abrir el comercio internacional sin igualar las condiciones para las industrias nacionales para evitar seguir perdiendo empleos.
Igualar condiciones para evitar poérdida de empleos
La Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que no se puede abrir el comercio internacional sin igualar las condiciones para las industrias nacionales para evitar seguir perdiendo empleos.
Dijo que la carga fiscal y la falta de infraestructura son “las principales barreras contra la competencia”.
La UIA pidió avanzar en una agenda de mejora de la competitividad y desarrollo industrial del país, en paralelo a las medidas de apertura del comercio internacional.
Durante la reunión de Junta Directiva, los representantes sectoriales y regionales analizaron el impacto de las medidas anunciadas con relación a la importación.
Al respecto, resaltaron que la apertura al comercio internacional debe desarrollarse conjuntamente con una agenda concreta para mejorar la competitividad y bajar el costo argentino, de forma que no se resientan las cadenas de valor, la generación de empleo y la recuperación de la actividad industrial.
Las autoridades de la Junta Directiva coincidieron en que si no se resuelven los problemas de competitividad del país, desde la baja de impuestos, las mejoras en infraestructura y conectividad, la promoción de inversiones nacionales y la modernización de los regímenes laborales, avanzar solo con políticas de apertura comercial está teniendo consecuencias negativas, especialmente a las PyMEs, y también en el empleo donde se perdieron más de 30 mil puestos de trabajo industriales desde agosto del 2023.
Triángulo de costos
Así introdujo el triángulo de costos que compone al “industrialismo”: impuestos, logística y falta de infraestructura.
Sobre este último, sostuvo que faltan rutas y reconoció que el sector privado puede hacerse cargo de obras que antes realizaba el Estado, pero hay que revisar cada caso. A su vez, hizo referencia a otro de los grandes temas de agenda vinculado al comercio exterior: el posible acuerdo comercial con Estados Unidos.
“Es una gran ventana de oportunidad”, describió Rappallini y resaltó al sector autopartista como uno con buenas perspectivas.
Sobre la evolución de las primeras semanas del nuevo esquema cambiario, comentó que el empresario busca previsibilidad. Los técnicos de la UIA descartaron que se hayan registrado efectos inmediatos por la flotación del tipo de cambio entre $1000 y $1400.
Por Redacción
DIARIO DE CUYO

