Desde finales de marzo hasta hoy, día en que se conoció el cierre definitivo de la sucursal Peatonal de Garbarino, cuatro pesos pesados del comercio sanjuanino del microcentro bajaron de modo definitivo sus persianas. Y todos tienen una característica común: vendían electrodomésticos.

El primero en cerrar sus puertas fue Falabella, que si bien se dedicaba principalmente a la venta de indumentaria, era uno de los más elegidos por los sanjuaninos a la hora de comprar electro y productos del hogar.

El comercio se despidió definitivamente el 27 de marzo de este año, días antes de lo esperado y después de haber puesto en marcha una larga liquidación. La casa de origen chileno ya había bajado la persiana en otras provincias, como Córdoba y Mendoza.

A mediados de septiembre del año pasado, Falabella había anunciado oficialmente que se encontraba evaluando “opciones de rentabilización” de las operaciones de sus filiales en la Argentina, que incluían el ingreso de un socio estratégico. También señalaban que a partir de ese momento comenzaban un proceso de cierre de algunas de sus tiendas en el país y un plan de retiro voluntario para sus empleados, que en San Juan eran alrededor de 90.

Pocos días después puso fin a la venta la casa de electro Ribeiro, que daba trabajo a 31 sanjuaninos. La firma dejó su enorme local de calle Libertador y Tucumán que meses después fue ocupado por la tienda de ropa Castellanas. Los empleados de Ribeiro siguieron cobrando parte de su sueldo hasta que todo se disolvió por lo que debieron iniciar un proceso legal en la Subsecretaría de Trabajo.

Para continuar, el pasado 10 de abril bajó sus persianas Compumundo (perteneciente al mismo grupo que es dueño de Garbarino), que se ubicaba también la Peatonal Rivadavia casi General Acha. En el local trabajaban 7 personas (6 vendedores y 1 encargado) que debieron acudir a la Secretaría de Empleados de Comercios y la Subsecretaría de Trabajo para resolver su situación.

Hoy, en medio de una agonía que ya supera los 4 meses, cerró sus puertas la sucursal de la Peatonal de Garbarino, después de un año de alquiler del edificio impago. La empresa tiene a 45 empleados sanjuaninos y más de 3 mil en el país sin cobrar sus salarios desde hace más de 4 meses.

Hasta el momento, de los 35 empleados con los que contaba esa sucursal, sólo unos 15 se presentaban diariamente a trabajar. Ellos serán reubicados en el local del Híper Libertad, aseguraron.

Aunque la empresa  prometió regularizar parte de la deuda con sus empleados en los próximos días, las expectativas no son alentadoras. En los últimos días se conoció que Cencosud  pidió el desalojo de 16 locales que la firma tiene en los centros comerciales del grupo chileno y no se descarta que lo mismo pase con los propietarios que tampoco cobran el alquiler de los comercios. 

Otros clásicos que desaparecieron en los últimos meses

Famularo, la casa de venta de indumentaria que se ubicaba sobre calle Laprida entre General Acha y Tucumán, también se despidió de San Juan este año. Sin embargo, el negocio fue adquirido por la firma Balbi, que reocupó a todos sus empleados.

Los sanjuaninos también vieron cerrar en este 2021 el clásico local de ropa masculina Cyrano, tras el fallecimiento de su dueño.

Mientras que, otro de los afectados por las crisis y los problemas familiares fueron los comercios de venta de calzado y ropa deportiva Martinazzo. Que hace un año cerró los primeros tres locales comerciales uno en el centro, en calle Laprida, otro en Villa Krause, y el tercero en el Paseo San Juan, del Híper Libertad. Como consecuencia, un total de 14 trabajadores se quedaron sin empleo, contando quienes se desempeñaban en las oficinas comerciales.