En el último día de la semana y primero del mes, en que el presidente Mauricio Macri inaugura las sesiones ordinarias en el Congreso y tras el anuncio de un nuevo torniquete monetario por parte del Banco Central, el dólar arrancó la jornada con una leve baja de 4 centavos en el mercado mayorista. Allí donde operan bancos y empresas y que sirve de guía para el minorista, cotizaba a $ 39,09, lejos del piso de la banda de no intervención, que se ubica en $ 38,64.

 

En el mercado minorista, en tanto, el promedio de los bancos se mantenía en $ 40,14. En el Banco Nación seguía en $ 40,10.

 

Después del sacudón de tasas y tipo de cambio que se observó desde mediados de febrero, el Banco Central se vio obligado a interrumpir la baja de tasas de interés de las Leliq. Y el dólar, al cierre de febrero, quedó otra vez arriba de los 40 pesos en el mercado minorista.

 

Durante febrero, la divisa subió 5%, un poco más de la inflación esperada, de 4%. 

 

Con el fin de ajustar el dinero circulante (un torniquete aún mayor sobre la inflación), el jueves el Comité de Política Monetaria del Banco Central (COPOM) decidió que mantendrá la política de sobrecumplir la meta monetaria.

 

El objetivo del Central es que la base monetaria entre marzo y mayo se reduzca en $ 43.000 millones de pesos.

 

Además, reducirá la cantidad de dólares diaria que está dispuesto a comprar para el caso que el tipo de cambio perfore el piso de la zona de no intervención. Esto implica que inyectaría menos pesos en el mercado. 

 

Estas licitaciones serán de hasta US$ 50 millones por día -eran US$ 75 millones en enero- y por un máximo acumulado equivalente al 2% del objetivo de la base monetaria de marzo ($ 1.344 mil millones). Se mantiene el tope de 150 millones si el dólar supera el máximo de la banda cambiaria.

 

El Banco Central recordó el jueves en un comunicado que “la principal misión del BCRA es reducir la inflación, que sigue siendo muy elevada. El COPOM considera que un estricto control de los agregados monetarios conducirá a este objetivo”.

 

Y concluyó así: “La perseverancia y disciplina monetaria son indispensables para bajar la inflación y el COPOM está preparado para mantener este sesgo contractivo por el tiempo que fuese necesario.” Aunque no se diga oficialmente, lo que el Gobierno busca es que el dólar se mantenga quieto o, al menos, fuera de las tapas de los diarios o los noticieros.