El Fondo Monetario Internacional ( FMI ) ofreció un atisbo de optimismo sobre la economía argentina al indicar que empiezan a aparecer "señales" de alivio y se espera una recuperación gradual en los próximos meses, junto con una continuidad en la caída de la inflación.

"Estamos viendo señales de que la recesión puede estar cediendo, y se espera una recuperación gradual en los próximos trimestres", afirmó el director de Comunicaciones del FMI, Gerry Rice, en su tradicional conferencia de prensa en la sede del organismo en Washington.

La inflación, agregó, continúa siendo un "desafío", pero en el Fondo esperan que siga bajando.

Rice evitó hacer comentarios sobre las novedades políticas de la Argentina luego del cierre de las coaliciones y la presentación de los frentes electorales que competirán por la presidencia, entre los que sobresalen la flamante alianza del presidente Mauricio Macri con Miguel Ángel Pichetto; la fórmula de la "tercera vía" integrada por el exministro de Economía, Roberto Lavagna, y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y la unidad sellada entre el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y Alberto Fernández, candidato presidencial del kirchnerismo.

"Nosotros realmente no comentamos sobre desarrollos políticos. Se lo dejamos a otros", esquivó el vocero de Christine Lagarde.

Pero los realinamientos políticos y, en particular, la incorporación Pichetto como compañero de fórmula de Macri generaron entusiasmo en los mercados. El riesgo país y el dólar retrocedieron, y las acciones subieron, un golpe de efecto en el humor de los inversores mayor al que han tenido los anuncios oficiales, o incluso el mismo programa del Fondo.

Rice sí buscó reforzar el último mensaje que ofreció el Fondo tras el encuentro de Lagarde y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, en Japón en la reunión de ministros del G-20: dijo que se están logrando "importantes progresos". El Fondo y el Gobierno continúan trabajando en el acuerdo sobre la cuarta revisión del programa stand-by, que cumplirá un año la semana próxima. Una vez concluida la revisión actual, el Directorio Ejecutivo del Fondo deberá decidir si aprueba un nuevo giro por US$ 5400 millones, que podría ser desembolsado en los primeros días de julio, de acuerdo con los tiempos de las revisiones anteriores.

"Estamos buscando apoyar al gobierno argentino para que construya sobre estos desarrollos positivos, que harán que la confianza se recupere y sentarán las bases para una recuperación", agregó Rice.

El jefe de la misión argentina del FMI, Roberto Cardarelli, ya había dicho en su último viaje a la Argentina que "lo peor ya pasó", y dijo que era probable que las cifras finales del primer trimestre podrían llegar a arrojar un panorama mejor al previsto. A eso se suma la "pax cambiaria" alcanzada desde fines de abril, cuando el Fondo le dio permiso al Banco Central para intervenir sobre la cotización del dólar para domar la volatilidad.

Así y todo, las previsiones del Fondo en el pasado distan de haberse cumplido, y la misma Lagarde reconoció días atrás que en el organismo subestimaron la crisis.