El dólar arrancó el año estable, sobre los 20 pesos y si bien fue subiendo de a pocos centavos, la primera escalada fuerte fue con la devaluación de mayo, cuando se ubicó en los 25 pesos. Y agosto fue, definitivamente, el mes donde empezó a no encontrar techo y rozó los 40 pesos.

Está fiebre marca los hitos que tuvo la divisa norteamericana en lo que va del año.