El intendente de Jáchal, Miguel Vega, quiere que su departamento sea incluido bajo la calificación de "zona de vinculación directa" en el proyecto minero Josemaría, lo que lo equipararía a Iglesia en los beneficios económicos que eventualmente derrame la futura mina. En el Gobierno consideran razonable el planteo, y por eso ese pedido será motivo de análisis ahora que las autoridades están examinando el Informe de Impacto Ambiental (IIA) del proyecto de la minera Deprominsa, según indicaron fuentes oficiales. Pero al mismo tiempo que se confirmó que se analizará el tema, también se deslizó que se le reclamará al intendente Vega que asuma un rol más proactivo en relación a la actividad minera, confiaron las fuentes.

El jefe comunal hizo declaraciones ayer al programa periodístico "Demasiada Información", en Radio Sarmiento, y justificó su pedido en que el emprendimiento está en la zona del río Blanco, que es uno de los principales afluentes del río Jáchal (ver infografía), y por ello considera que su departamento debe ser beneficiario directo de los aspectos socioeconómicos del proyecto minero.

""Tenemos interés en participar; es más, el ministro de Minería Carlos Astudillo recibió a todos los concejales oficialistas y de la oposición y se ha charlado el tema. También yo, particularmente; lo hice con el secretario de Minería de la Nación, el doctor Alberto Hensel", dijo Vega.

El intendente agregó que hay antecedentes como Lama o el mismo emprendimiento de Veladero -ambos de la minera Barrick, y enclavados en Iglesia- donde se consideró a Jáchal como zona de influencia directa. Al consultársele si cuenta con el apoyo del gobierno provincial y nacional para insistir en este tema, Vega dijo que no lo puede asegurar, y que solamente lo ha planteado. ""Estamos esperando una respuesta tanto de el ministro de Minería de la provincia, como el de la Nación", indicó. Se intentó infructuosamente hablar con ambas áreas gubernamentales. Tampoco fue posible contactar ayer al vocero de la compañía para consultarle sobre el tema, ya que se encontraba fuera de la provincia, según explicaron.

En el IIA, Josemaría sostiene que la influencia directa del proyecto es solamente Iglesia, mientras que Jáchal y el resto de San Juan son "indirectos" (ver abajo). La calificación no es un detalle menor, porque en el caso de prosperar como lo propone la minera, sólo Iglesia sería favorecido con beneficios tales como regalías mineras, programas de desarrollo sustentable y de obligaciones de la empresa en cuanto a la contratación de mano de obra y de proveedores, por ejemplo.

En el gobierno dicen que el planteo jachallero es "factible" y "razonable", y creen que sería un error no incluir al departamento entre esos beneficios, aunque sea en una proporción menor a Iglesia donde está enclavado el proyecto. ""Pero se supone que en este caso el municipio tiene que tomar un rol mucho más activo en la defensa de la actividad minera", dijeron las fuentes.

En Jáchal existen grupos antimineros muy efervescentes -tales como "Asamblea Jáchal no se toca"- que han protagonizado varios incidentes en los últimos años contra la actividad, y se le reclama a Vega no haber tenido una participación más relevante para explicar los beneficios de la minería en la comunidad y aplacar esas facciones. Por eso hay sectores oficiales que hasta consideran "una buena estrategia" -ya sea voluntaria o no- que la empresa de Josemaría no haya incluido al departamento en su zona de influencia directa, y que ahora sean los mismos jachalleros quienes van a pedir que los tengan en cuenta en los beneficios.

  • Lo que dice el Informe ambiental

El Informe de Impacto Ambiental de la mina Josemaría contiene el detalle pormenorizado de cómo se hará y qué cuidados se tendrán para producir anualmente 136.000 toneladas de cobre y 231.000 onzas de oro, mediante una inversión de 3.000 millones de dólares y la creación de 4.000 puestos de trabajo. Ese informe debe ser aprobado por las autoridades gubernamentales para poder entrar en la etapa de construcción de la mina. El documento empresario, al analizar los aspectos socioeconómicos de Josemaría, se considera a Iglesia como zona de vinculación social directa, la cual se verá directamente afectada por el proyecto en los aspectos socioambientales, económicos y culturales ya sea durante su etapa de construcción como durante su etapa de operación. Por otro lado, a una escala más amplia, "se considera el área de estudio con vinculación indirecta en el que se estima se percibirán los efectos indirectos o de baja significancia de este, la cual se identifica como el área de radicación de los proveedores de servicios y mano de obra". En esta última calificación se considera al departamento Jáchal, y al aglomerado urbano de Gran San Juan. El estudio señala textualmente que el "Proyecto Josemaría se inserta en el departamento de Iglesia, por lo que los efectos socioeconómicos involucrarán principalmente a su población". Agrega que "no obstante, por cercanía con el departamento de Iglesia y por ser parte de la cuenca hídrica del río Blanco-Jáchal, el departamento de Jáchal y sus localidades también son considerados como área de estudio". En ese sentido añade también que "a nivel regional, los impactos involucran en general a toda la Provincia de San Juan, y en particular a la Ciudad de San Juan". Si las autoridades mineras consideran que el planteo de Vega es correcto, la compañía minera deberá arreglar esta parte del informe.