Así, en busca de evidencias, el mercado de uvas está cauteloso y más lento por ambas veredas, de vendedores y compradores. ¿La uva tiene ya un precio base estable? En realidad -pese a las "referencias" oficiales- todavía no. Hay un mercado interno con precios recargados y un mercado externo donde no es posible trasladar la inflación. Por eso muchos de los actores están cuidadosos a la hora de definir valores y proyectar sus destinos de elaboración en los lagares. Nadie se juega por estas horas a fijar un precio.

En el mercado de vino se están realizando algunas operaciones. Según la Bolsa de Comercio de Mendoza, que chequea el mercado de traslado, durante la semana del 11/03 al 17/03, se registraron operaciones que en promedio arrojaron $2,12 para el litro de tintos básicos y $1 para el litro de blanco escurrido. En ese contexto, los productores saben y apuestan a que el mosto -al menos éste año- puede ser la Gran Salida. Los más optimistas hablan que se van a lograr las 150 mil toneladas del jugo de uva y San Juan está preparado para elaborar -como históricamente lo viene haciendo- un mayor porcentaje de mosto que Mendoza en términos relativos. Por el lado de los varietales, los precios están abiertos y los valores del año pasado están marcando tendencia, es decir, entre $3 y $4, según el oasis productivo.

Por otra parte, una de las preocupaciones que ocupa la agenda vitivinícola por estos días, es el atraso notorio de la nueva cosecha, fundamentalmente, por las decisiones que hay que tomar a partir de ella. Respecto a la temporada anterior, en algunas zonas de San Juan y en el Este de Mendoza, la vendimia viene retrasada, dicen los expertos que aproximadamente en 2 semanas. Aseguran que éste fenómeno se está observando por 3 situaciones: Éste año y producto del clima, los racimos demoran su maduración óptima y por ende, miden retrasos en el grado alcohólico. "Falta grado", explican. Específicamente en zonas productivas de San Juan, técnicos del INV han advertido que en algunos viñedos se observa pérdida de hojas en las plantas, lo que está acarreando algunos problemas de carácter fenológicos. Asimismo, a éste lentitud biológica de las plantaciones, se le suma una problemática que se ha agudizado éste temporada, como es la falta de cosechadores en distintas regiones vitivinícolas.