Temporada seca: El jefe del Departamento de Hidrología, Lucio Flores, tomando datos en las estaciones de medición de nieve ubicadas en cordillera, a principios de mes. Se puede apreciar atrás el poco volumen de nieve que hay en la cordillera.

A causa de las escasas nevadas que se produjeron este año en la cordillera sanjuanina, la próxima temporada el Río San Juan traerá muy poca agua, la mitad que el verano pasado y un 30 por ciento menos que la media histórica de la provincia. Por lo tanto San Juan afrontará un ciclo hídrico de los denominados "Secos", aunque las autoridades aseguran que debido a que los tres diques están llenos, alcanzará para abastecer a la población y la industria, regar los cultivos y también para el esparcimiento. Eso es lo que informará el pronóstico hídrico que dará a conocer el próximo martes el Departamento de Hidráulica, tras haber finalizado los cateos de las estaciones de nieve que tiene instaladas en la cordillera.

Según anticiparon a DIARIO DE CUYO fuentes de esa repartición y de la División Hidrología (esta última encargada de realizar cada año el pronóstico); en el actual ciclo hídrico 2016/2017 finalmente el escurrimiento del Río San Juan alcanzó los 2.350 hectómetros cúbicos (hm3).

Tomando como base ese valor, para el año agrícola de septiembre 2017 a octubre de 2018 se prevé que venga un 50% menos de agua, pudiendo llegar a alcanzar alrededor de 1.150 a 1.175 hm3.

Esos resultados concuerdan con el denominado "año seco" donde los valores rondan entre los 1.000 y los 1.250 hm3.

Con ese pronóstico de escurrimiento del río, la próxima temporada hídrica se presenta un tercio por debajo de la media histórica de la provincia que ronda los 1.800 a 1.900 hm3. Desde que se empezaron a realizar las mediciones hídricas, el río San Juan ha traído volúmenes muy disimiles, siendo el más bajo en la serie el que se produjo en el 2013, cuando escurrieron apenas 729 hm3.

El San Juan es el río más importante para la provincia, ya que provee el 85% del agua que se necesita, cubriendo el resto el río Jáchal, cuyo pronóstico también será dado a conocer el próximo martes.

La buena noticia es que a pesar de que el próximo ciclo será escaso, la existencia de tres diques llenos en el curso del río garantizan el agua para todos los usos agrícolas, de población y también de recreación en los diques de la provincia, según anticiparon las fuentes consultadas. Incluso, con la finalidad de asegurar el esparcimiento de la población en los diques de Ullum y a lo largo del trayecto del camino del perilago, que llega hasta la presa Punta Negra, el agua que se va a sacar para el resto de los usos es la que esta almacenada en el dique Los Caracoles, aguas arriba, informaron.

En octubre del año pasado se pronosticó que el Río San Juan iba a traer 1.800 hm3, porque tras 7 años de sequía no se podía estimar el volumen de recarga del acuífero en el valle de Tulum. Por eso es que finalmente el valor estimado fue mayor, alcanzando los 2.350 hm3. Para este nuevo ciclo, los acuíferos están con niveles altos, por lo que no se esperan cambios en el pronóstico.

Semana del agua

Muestra de 4 días

El departamento de Hidráulica celebra 75 años de vida y del 3 al 6 de octubre ha organizado una gran exposición abierta al público con la finalidad de enseñar a valorar el agua, como recurso escaso. Será en la Plaza Seca del Centro Cívico, con exposición de maquinaria de riego y fotografías, stands, charlas y un tráiler educativo de Aysa.

Las conferencias

La principal conferencia será el martes 3, donde personal de Hidrología dará a conocer todos los datos del pronóstico de escurrimiento de los ríos sanjuaninos para el periodo octubre 2017/septiembre 2018. Ese día también se presentara el informe "Bernardo Rosendo", una compilación histórica de 100 años de manejo del agua.

La bendición

El viernes 6 se realizará la clásica bendición de las aguas, en las instalaciones del Departamento de Hidráulica en el Dique José Ignacio de la Roza. Ese día el Gobernador y las principales autoridades arrojarán una ofrenda floral al dique en agradecimiento al agua que permite que se desarrolle la agricultura, ganadería y la vida humana.