Para encontrar una helada tan anticipada en el campo sanjuanino hay que remontarse al 2013, con -1,3´C, pero este semana, más precisamente el martes pasado, se registró un fenómeno con -0,2´C, el más anticipado de los últimos 9 años, según los registros que llevan en el Servicio de Agrometeorología de la EEA San Juan del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que funciona en Pocito, a cargo de Sonia Silva. Este primer episodio tiene dos consecuencias entre los productores. Por un lado los viñateros celebran la llegada de los fríos para avanzar con la poda de los parrales, la primera gran tarea que tienen que afrontar después de la vendimia. Pero a los que preocupa, porque los perjudica, es a los chacareros porque con la temperatura baja quedan afectadas las verduras de hoja, como acelgas, lechuga y espinacas. La excepción es quienes pueden hacer estos cultivos en invernadero.

Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros, sostuvo que "la helada hacía falta porque en caso de que se demore en llegar, en agosto viene el brote de la planta y no alcanza el tiempo".

En total se calcula que hay unas 47.000 hectáreas con viñedos en la provincia y que, después de la vendimia, la poda es la tarea que ocupa la mayor cantidad de mano de obra en el campo, con unos 7.000 trabajadores.

Pero así como algunos celebran, en otros sector, como en la Sociedad de Chacareros Temporarios, ven que el frío les ocasionará un perjuicio. Y el resultado lo verá el comprador, a la hora de adquirir el producto en una verdulería.

Según sus datos estadísticos, las primeras heladas comienzan en junio y se prolongan hasta agosto y muy excepcionalmente en septiembre. Después, cuando comienza el brote de las plantas, produce efectos dañinos. Son las llamadas heladas tardías

Los cultivos entran en fase de reposo con las heladas y durante todo el invierno van acumulando horas de frío. Cuando la planta recibió frío suficiente, se prepara para un clima más benigno y entonces brota y florece, mecanismo conocido como vernalización. Cuando no recibe el frío necesario, gasta reservas energéticas que luego necesitará en la floración y brotación. Esto disminuye el rendimiento.

La cantidad de horas de frío en el campo ronda las 900, según explican desde el INTA San Juan. Y cuando hay menos se pueden producir daños en la floración y brotación de las plantas, que tendrá como consecuencia una menor cosecha.

El año pasado, el período de heladas había comenzado el 17 de junio con -1,6ºC y se prolongó hasta el 2 de agosto, con un registro de -0,7´C.

Según los especialistas, la uva para vinificar requiere de entre 600 y 800 horas de frío y el olivo, de 200 a 400, pero este tipo de cultivos sufre mucho las heladas tardías.