La vitivinicultura es una de las industrias madre en San Juan por su historia y lo que representa en la matriz productiva. Pese a ello, este 2025 no ha sido uno de los mejores años y todos los eslabones de la cadena lo padecieron, desde los productores hasta los bodegueros. Varios son los factores del panorama complejo que podría extenderse en el tiempo de no existir cambios sustanciales.
“Complicado”, “complejo” y “duro” son las definiciones que recibió el 2025 por parte de Alfredo Olivera, presidente de la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios; Gustavo Samper, titular de la Cámara Vitivinícola; y Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros. Los cambios del Gobierno nacional son solo una parte de las problemáticas que registraron.
El precio fue uno de los factores que ejerció un efecto negativo. Tras la cosecha del corriente año el precio de la uva fue bajo, incluso inferior al que se registró durante el 2024 que rondó en promedio los $350. Las pretensiones en febrero era recibir $400 por kilo, pero en la práctica gran parte de los productores terminaron vendiendo entre $200 a $250, conforme indicó Olivera. Para la vendimia 2026 calculan debería cobrarse entre $400 a $500 por kilo para contar con ganancia, una aspiración que en la práctica no se termina reflejando.
- Para los productores el kilo de uva para la vendimia 2026 debería rondar los $500
A los bajos precios se suman el costo del mosto sulfitado, que también se comercializó a un valor inferior, lo cual resultó perjudicial y “desmoralizante” para los productores, según señalaron desde la Federación de Viñateros. Solo la uva pasa tuvo un buen escenario en torno a lo que fueron los precios y la comercialización.

La caída del consumo de vino también que afectó al mercado interno y externo. A nivel nacional se estima un promedio de 17 litros per cápita anual, uno de los valores más bajos de los últimos 40 años. Esto repercutió en las bodegas que se manejan con vino a granel como en las productoras. Al respecto, el titular de la Cámara de Bodegueros destacó que por a los bajos rendimientos hubo empresarios que tuvieron que tomar crédito para pagar sus obligaciones financieras.
“Soluciones inmediatas no vemos. No vemos algo determinante que nos lleve a interpretar que se cambiará el panorama”, Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros.
Desde las cámaras aseguraron que hay productores que analizan si continuar en la actividad, como bodegas que hoy en día se están replanteando si elaborar o no, teniendo en cuenta el sobrestock de vino a granel, lo que es preocupante de cara a la próxima cosecha.
Expectativas para el 2026
Pese al panorama poco alentador, las esperanzas están puestas en la reactivación de la economía y su impacto en el consumo; además de una recuperación en los precios con pagos a corto plazo. “Siempre la esperanza del viñatero es que la uva va a valer. Hay que defender la industria y seguir trabajando”, destacó Samper.
Si bien hay actores del sector más pesimistas, hay quienes no pierden las esperanzas en un repunte de la actividad, adaptándose con reconversión de bodegas y productores que diversifican en otros productos para contener los costos sin perder en cada temporada.

