Los industriales tradicionales, en especial las pymes, iniciaron el 2025 con expectativas altas, pero terminaron transitando el período con dificultades. Esa es la conclusión a la que llegaron desde la Unión Industrial de San Juan. Pero la producción de este sector no se termina solo este grupo, sino que también hay otras áreas que se suman, como agroindustria o la industria software. De todos estos, solo los últimos, en la economía del conocimiento, llegaron a un balance positivo. En el agro, en especial viticultura, hubo resultados dispares. 

Leonardo de la Vega, presidente de la Unión Industrial de San Juan, dijo que no terminan el año con un balance positivo. “Al principio había muchas expectativas, en especial en que el sector minero pudiera mejorar la situación, pero después los industriales se vieron muy vapuleados”, explicó. Para el empresario, que asumió en diciembre pero ya venía como vicepresidente de la institución, “lo más difícil que pasó es la caída en las ventas, porque no se genera el flujo de caja para que cada industria pueda prever en qué va a invertir para crecer”. 

En lo positivo, resaltó que a pesar de las dificultades “se puede rescatar la resiliencia del sector, que sigue apostando a la industria nacional”. Según dijo, lograron mantener el empleo durante el año, mientras en el país el número de trabajadores cayó fuertemente. “Todas las empresas apostamos por mantener el capital humano, que es difícil de reemplazar, y desde la institución se apostó mucho a la formación, sobre todo los recursos técnicos”, contó. Otro foco del trabajo fue mejorar la eficiencia, algo a lo que se vieron obligados para poder mantener el funcionamiento durante la crisis. 

Algo similar le sucedió a la viticultura, que es el sector agroindustrial de mayor impacto en las exportaciones. Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros, definió el 2025 como “un año muy difícil para el vino”. En este apartado de la economía están también productores de mosto, pasas y uvas en fresco, que tuvieron mejoras en las ventas y esperan también crecer para el 2026. La gran caída fue en la elaboración de la bebida alcohólica, con el consumo también como el gran problema para los bodegueros. 

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El sector vitivinícola representa la mayoría de las exportaciones en la agroindustria.

Con la baja en las ventas como factor común, tanto De la Vega como Colomé aseguraron que la expectativa que tienen para el 2026 es que se revierta la caída del consumo. El presidente de la Unión Industrial explicó que inician un año “renovando las expectativas”. Para los empresarios del sector la reactivación de la minería es una posibilidad clara de tener mejores resultados el año que viene. Además, aseguró que esperan que la próxima reforma laboral y tributaria tenga en cuenta las necesidades de las pymes y que estas puedan ser más competitivas. 

Colomé agregó que en la agroindustria están esperando mejoras en la demanda, sobre todo de los productos no tradicionales como el mosto y las pasas. Además dijo que si bien creen que el vino seguirá complicado, en especial porque hay sobre stock del año anterior, las condiciones cambiarias podrían mejorar con el aumento de las bandas respecto a la inflación. 

Con una industria mucho más diversificada, otro sector que avanza y ya trabaja con los tradicionales es el sector del software. En Argentina son el cuarto exportador, superando a las automotrices, explicó Cristian Gonzalez, presidente de la CASETIC. Fueron los únicos que tuvieron un balance positivo, con más empresas sanjuaninas trabajando, una de ellas que pudo ingresar a la Ley de Economía del Conocimiento y un área de gobierno trabajando directamente políticas de estado con ellos. 

Según dijo el vocero de las tecnológicas, esperan para 2026 seguir creciendo en la oferta de empresas y en servicios brindados a sectores locales. “Hoy no se puede pensar la minería sin tecnología y ahí vemos una oportunidad, pero además la IA es transversal a toda la economía y venimos trabajando con distintas cámaras de proveedores, industriales y otros sectores, para brindar servicio”, dijo. 

Estable 

Según datos de Gobierno, el empleo se mantuvo con entre 14.500 y 14.800 personas que trabajan en la industria sanjuanina, en todos sus sectores desde metalurgia, servicios o agro, entre otros. 

Excepción

50 millones de dólares invirtió una farmacéutica, que adelantó que empleará a 150 personas más, una de las buenas noticias. 

 

“Hay expectativa por minería, que puede encontrar una forma de menguar la dificultad económica de la industria, apalancando el desarrollo local”, Leonardo de la Vega, presidente de la UISJ.