En una final electrizante, que se definió en el alargue, Barcelona se impuso por 3 a 2 ante el Real Madrid con un gol sobre el final del alargue y se consagró campeón de la Copa del Rey. De esta manera sumó un nuevo título y profundizó el mal momento del conjunto Merengue. Pedri rompió el cero para los blaugranas, Mbappé y Tchouamení lo dieron vuelta y a 5 minutos de los 90, Ferran Torres igualó el partido. A instantes de que la historia se defina en los penales, Jules Koundé le dio el triunfo al club culé que levantó el trofeo por vez número 33.
A los 28 minutos, se rompió el cero en Sevilla. Lamine Yamal desbordó por la derecha y, tras juntar a tres rivales, pasó la pelota hacia atrás para Pedri González, quien desde fuera del área, lanzó un misil que se incrustó de lleno en el ángulo derecho de Thibaut Courtois. Vinicius había fabricado un penal que cobró en primera instancia el árbitro, aunque había posición adelantada previa del propio brasileño. Para el complemento Carlo Ancelotti mandó a la cancha a Kylian Mbappé, que llegaba al límite desde lo físico.
El delantero francés revolucionó el partido: generó una infracción en la puerta del área y él mismo cambió ese tiro libre por gol. Casi inmediatatamente, Tchouaméni ganó en las alturas y dio vuelta la historia con un cabezazo. Pero Barcelona no se entregó y en el final, empató. Aunque pudo ganarlo con ese penal anulado y polémico con Rafinha de protagonista. Llegó el alargue y Koundé decidió ser el héroe para ganarlo.

