Otra noche de castigo exagerado para San Martín. Un golpe que duele porque contra Lanús, el Verdinegro hizo todo como para no perderlo pero volvió a quedarse sin nada. Una caída por 1-0 que desmoronó la reacción que había experimentado el Verdinegro tras el clásico, castigando el presente y complicando el futuro. Para Lanús fue premio exagerado y clasificación a los Octavos de final.
Después de los primeros 10 minutos del comienzo en los que Lanús manejó la pelota, San Martín hizo pie y empezó a ofrecer una versión muy mejorada en todos los sentidos del juego. Bien parado, con presión, con actitud y velocidad, el equipo Verdinegro fue dominando las intenciones del Granate. Se hizo dueño de la pelota y trató de llegar al arco de Losada con los argumentos que hoy tiene a mano que no son demasiados. Jaurena probó débil y luego Toloza tendría la más clara del primer tiempo con un cabezazo que se fue desviado tras una gran maniobra en un córner. Se fue así una primera parte en la que San Martín dejó una mejor imagen que Lanús, sin sufrir sobresaltos más allá de los pincelazos de Marcelino Moreno, mostrando otro ritmo, más actitud y una apuesta anímica más consistente. No le alcanzó para sacar ventajas pero tampoco regaló nada.
En el complemento, Lanús decidió que debía cambiar todo. Pellegrino mandó a la cancha a Bou y a Aquino, modificó el formato y a San Martín se le complicó. A los 6, el propio Bou exigió a Borgogno que dio rebote al medio que no aprovechó el propio Aquino. Ya no era el mismo partido de la primera parte y San Martín empezaría a sufrirlo. Es que a los 13′ después de un córner a favor, salió una contra mortal de Lanús que terminó en la excelente definición de Moreno que abrió la cuenta.
Romagnoli decidió meter mano en su esquema. Afuera Molina, Portillo al lateral además de los ingresos de Cavallaro y Menéndez para darle más profunidad a San Martín. Se quedó en ese intento porque el Verdinegro no pudo hacerse picante arriba. Lanús se replegó esperando la contra como sistema para liquidar pero nunca se le dio. San Martín arriesgó todo en los últimos quince minutos de partido pero volvió a quedarse sin nada en una noche en la que de verdad mereció mucho más. Un golpe que se siente de cara al futuro.

