Si una persona mira un libro ilustrado, una película o una serie, aunque nadie le indique la época, o el año, en la que se desarrolla, de inmediato lo intuye por la vestimenta de los protagonistas. Sin dudas que la moda es mucho más que un conjunto de simples prendas de vestir ya que marcan los cambios socioculturales, momentos de la historia, emancipación de la mujer, entre tantas otras cosas que hacen a la vida de la humanidad. Y en esto el color de moda también habla por si mismo. Claro que aquí surge la pregunta ¿quién elige el color de moda en el mundo?. Seguramente eso cambió con el tiempo y en este momento de tanta tecnología, lógicamente que también pasa por allí. En este contexto, el ‘color de moda’ surge de un complejo proceso que involucra mucho más que decisiones estéticas sino que responden a un sistema que combina tendencias sociales, estudios de mercado y predicciones culturales.

De hecho el responsable del tono de moda es el Instituto de Color Pantone, como así también la empresa Coloro, que emplean análisis científicos y estudios socioculturales para predecir las tendencias cromáticas. Utilizan herramientas como el big data y el análisis del comportamiento global, teniendo en cuenta factores como la economía, la política y la tecnología. Analizan toda esa amplia gama de fuentes para elegir un tono que refleje el espíritu del momento. En la actualidad la cultura Pop y las nuevas tecnologías cumplen un papel crucial.

En 2023, el elegido fue Viva Magenta, un tono vibrante que simboliza optimismo y resiliencia tras la pandemia. Para 2024, Pantone seleccionó Peach Fuzz, un tono suave que evoca calma y sosiego, en respuesta a un mundo ansioso por desconectar del estrés diario. El de 2025 es el Mocha Mousse que es un café cálido con matices rojizos o malvas. Y se han centrado un poco en la psicología del color, apuntando a la armonía y a un regreso al confort que proporciona la naturaleza.

Así es que uno ya puede ver en portales y en tendencias de los principales diseñadores del mundo como el Mocha prevalece por sobre otros colores.

Como era de esperar actualmente, la cultura pop y la tecnología juegan un papel crucial en la definición de los colores de moda. Tanto la música, el cine y las redes sociales influyen enormemente en las elecciones. Un claro ejemplo es el Rosa Barbie, que en 2023 cobró fuerza tras el estreno de la película Barbie, con diseñadores como Valentino presentando colecciones centradas en esta opción cromática. Este fenómeno cultural, conocido como Barbiecore, muestra cómo las tendencias de color pueden surgir de la nostalgia y la influencia mediática.

Por otro lado, las herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial y el machine learning han revolucionado la predicción de tendencias. Estas tecnologías permiten analizar vastas cantidades de datos en tiempo real, detectando microtendencias a partir de imágenes y contenido en plataformas como Instagram y TikTok.

Además, tecnologías inmersivas como la realidad aumentada y la realidad virtual han comenzado a redefinir la forma en que los consumidores interactúan con los colores, personalizando sus experiencias de compra y permitiendo una mayor conexión emocional con las tonalidades seleccionadas.

Esto derrumba un mito acerca de que son las principales marcas mundiales las que tienen el control total sobre las tendencias, sino que se suman a ella. Sin duda que los consumidores desempeñan un papel clave según los estudiosos del tema ya que a través de sus elecciones cotidianas influyen, incluso sin ser conscientes, en las tonalidades que dominarán el mercado.

  • Espejo de la sociedad

Históricamente, los colores han sido símbolos poderosos que reflejan los contextos sociales y culturales de cada época. En la Antigüedad, el púrpura era sinónimo de status y poder, mientras que el verde en Egipto representaba la fertilidad. En la Revolución francesa, el azul fue adoptado como símbolo de libertad, contrastando con el rojo que evocaba la sangre de los caídos.

Más recientemente, el negro, antes reservado para el luto, fue transformado por Coco Chanel en un emblema de sofisticación y elegancia con su famoso little black dress. En los 60, el amarillo asociado al movimiento hippie transmitía paz y libertad, y en los 80, el rosa emergió como símbolo del empoderamiento femenino. Estos ejemplos muestran cómo los colores no solo son decorativos, sino que actúan como espejos de cambios sociales.

Ya desde el Siglo pasado muchas marcas, como Tiffany & Co. o Louboutin han convertido ciertos colores en parte esencial de su identidad, patentando tonalidades como el icónico azul Tiffany o el rojo de las suelas Louboutin. Durante la pandemia de 2020, los tonos grises y neutros simbolizaron estabilidad, mientras que colores brillantes como el verde neón y el fucsia ganaron protagonismo en respuesta a la saturación visual de la era digital. El auge de tonos tierra y verdes también refleja la creciente preocupación por la sostenibilidad.

  • Los colores del futuro

Tanto han avanzado los estudios en este sentido que se las predicciones apuntan a una creciente conexión entre el color y la sostenibilidad. Para 2026-2027, WGSN (líder mundial en pronósticos de cambios), y Coloro han identificado tonos como el Teal Transformador, un azul-verdoso que combina lo digital con lo natural, reflejando la búsqueda de equilibrio en tiempos de cambio. Estos colores responden al creciente deseo de un mundo más consciente y respetuoso con el medioambiente. Además, según WGSN, las búsquedas de verde azulado aumentaron un 9 por ciento interanual en Google Trends.

  • Los protagonistas

Si bien las marcas y empresas especializadas juegan un rol fundamental en la elección de los colores de moda, los consumidores también son actores clave en este proceso. Las decisiones diarias y preferencias personales influyen directamente en las tendencias. Cada elección que hace una persona, cada prenda que compra, contribuye a definir las tonalidades que marcarán la moda, alimentando ese gran flujo de datos que luego es analizado por las agencias y empresas que elaboran estos informes de tendencias.
En definitiva, el color en la moda es más que una simple elección estética. Es el resultado de un proceso complejo que combina ciencia, cultura y emociones colectivas. Ya sea a través de estudios socioculturales o mediante tecnologías emergentes, los colores cuentan historias que reflejan los cambios en la sociedad.

Cada uno con sus decisiones cotidianas es parte activa de este proceso, contribuyendo a definir el color de moda que, temporada tras temporada, se convierte en un espejo de la realidad en constante transformación.

  • QUÉ ES PANTONE

El Pantone Color of the Year fue creado en 1999 para involucrar a la comunidad del diseño y a los entusiastas del color de todo el mundo en una conversación en torno al color. ‘Queríamos llamar la atención sobre la relación entre cultura y color. Queríamos destacar ante nuestro público cómo lo que está ocurriendo en nuestra cultura global se expresa y refleja a través del lenguaje del color. Este proceso de pensamiento sigue siendo tan válido hoy como lo era en 1999. Esa es una de las principales razones por las que, cada año, tantas personas de todo el mundo esperan con impaciencia nuestros anuncios de Pantone Color of the Year’, indica su portal web.

Para llegar a la selección de cada año, el equipo global de expertos en color en el Pantone Color Institute recorre el el mundo en busca de nuevas influencias cromáticas. Esto puede incluir la industria del entretenimiento y las películas en producción, las colecciones de arte itinerantes y los nuevos artistas, la moda, todos los ámbitos del diseño, los destinos de viaje a los que se aspira, los nuevos estilos de vida, estilos de juego o las escapadas placenteras, así como las condiciones socioeconómicas. Las influencias también pueden provenir de las nuevas tecnologías, materiales, texturas y efectos que influyen en el color, plataformas de medios sociales relevantes e incluso próximos acontecimientos deportivos que captan la atención mundial.

Fuentes: The Conversation y Pantone