Ramona Ruiz se levantó antes de que amaneciera. Les dio la leche a sus dos hijos, los abrigó bien y guardó un par de semitas en su bolso para ‘el después’. Tomaron el primer colectivo que salió de Rivadavia a Capital, encomendándose a la Virgen de Copacabana. Fue la primera en llegar a la Caja de Acción Social para presenciar el sorteo de las 219 viviendas, el primero en la gestión de Orrego. Fueron varios los inscriptos en el IPV los que ayer, como ella, desafiaron el frío con la ilusión y la esperanza de acceder la casa propia.
‘Al que madruga Dios lo ayuda’, dijo Ramona mientras guardaba la estampita de la Virgen en el bolsillo de la campera. Llegó casi una hora antes de que comenzara el sorteo de las viviendas, y a pesar de que el barrio en el que se inscribió sería el último en sortearse. Pero, en el transcurso de la mañana pudo ser testigo de la felicidad de dos familias que obtuvieron casa y que también eligieron estar presentes en el sorteo, pese a las bajas temperaturas.
En este contexto Elina Peralta, directora del IPV, dijo que este primer sorteo de viviendas de la actual gestión de Gobierno, superó las ‘expectativas’ tras desarrollarse sin ningún tipo de inconvenientes y ‘con un balance positivo’. ‘Se inscribieron unas 44.147 familias para participar del sorteo de estos 6 barrios, representando a casi el 50% de la gente inscripta en el padrón del IPV. El resto quedó sin participar, ya sea porque no actualizó la documentación o porque pertenece a departamentos que en esta oportunidad no estaban incluidos en el sorteo. Fue muy gratificante ver que más de 200 familias tendrán su casa propia dentro de poco’, sostuvo Peralta.
La funcionaria agregó que las 219 viviendas sorteadas forman parte de las 1.412 que el gobernador, Marcelo Orrego, se comprometió a entregar durante el 2025. Y que, por lo tanto, serán entregadas a los largo de los meses venideros y antes de que termine el año. Además, sostuvo que en base a los buenos resultados de este primer sorteo, ya se está evaluando la posibilidad de realizar otro para beneficiar a más familias sanjuaninas.
Agolpados contra la vidriera de la Caja de Acción Social, la gente siguió en silencio el sorteo de las casas de los 6 barrios Capital, Rawson, Chimbas, Ullum, Jáchal y 9 de Julio. Es que permanecieron en la vereda y desde allí fue difícil escuchar el número y nombre que decía el locutor a través del micrófono o de ver esta información en la pantalla en el interior de la Caja, de la cual no despegaban la mirada. Es que el sorteo entre un número y otro demoró sólo 15 segundos. Fue por este motivo que algunos de los presentes optaron por seguir en sus celulares la transmisión en vivo del sorteo, pero sin moverse del lugar.
‘¡Soy yo!’, dijo María Belén Núñez al ver su nombre en la pantalla. Y de manera instantánea se escucharon los gritos de alegría y los aplausos de los demás presentes que renovaron la esperanza de también convertirse en preadjudicatarios.
Lágrimas de emoción y abrazos interminables hasta con gente desconocida se repitieron cada vez que alguna de las familias presentes ganó la casa propia. Fue tanto el entusiasmo y alegría que hasta las autoridades presentes salieron a la vereda a celebrar junto a los ganadores.
Los barrios sorteados ayer fueron: Maipú II, en Capital (15 viviendas); Medepym, en Rawson (11 viviendas); El Alba, en Chimbas (43 viviendas); Sierras de las Invernadas, en Ullum (100 viviendas); Los Trigales, en Jáchal (23 viviendas); y La Majadita, en 9 de Julio (27 viviendas).
* FAMILIAS SON SUERTE
> Tras 20 años de espera, llegó la casa propia
Luisa Ponce no reaccionó. Cuando su hijo Cristian, desde su silla de ruedas, le dijo ‘¡Mamá, somos nosotros!’, se dio cuenta de que tras 20 años, accedió a la casa propia. ‘Cuando nos inscribimos en el IPV, Cristian era un niño y ahora tiene 24 años. Es uno de mis 5 hijos y nació con una discapacidad física que ni con 12 cirugías pudo superar. Me preocupaba que nunca llegara a tener casa’, dijo la mujer que será vecina del Barrio La Majadita.
> Un techo para compartir entre hermanos
María Belén Núñez no pudo contener las lágrimas tras acceder a una casa en el Medepyn, en Rawson. Tiene 36 años y un retraso madurativo por lo que cobra una pensión por discapacidad que apenas le alcanza para sobrevivir. Hace 3 años se inscribió en el IPV y sintió que Dios la bendijo por pasar a ser preadjudicataria. ‘Voy a tener un techo para compartir con mi hermano y dejar que mi mamá viva tranquila donde alquila’, dijo la mujer.

