La séxtuple campeona del mundo, Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras falleció ayer tras sufrir una descompensación en el Hospital José María Cullen, donde se encontraba internada desde hacía más de dos semanas por un accidente cerebrovascular (ACV).

La noticia causó un profundo shock, ya que el parte médico emitido en la mañana de ayer era alentador. El director del hospital, Bruno Moroni, había informado que Oliveras “usaba cada vez menos el respirador” y que neurológicamente “seguía sosteniendo el avance”, con apertura ocular y comprensión de órdenes motoras.

Con todos sus títulos. Alejandra peleó, ganó y perdió con las mejores del mundo. En la siesta de ayer sufrió una embolia pulmonar que fue letal.

Sin embargo, a pesar de esa leve mejoría, la ex boxeadora sufrió una embolia pulmonar por la tarde de la que no logró recuperarse, confirmándose su fallecimiento.

‘La Locomotora’, nacida en Jujuy, fue una de las figuras más emblemáticas y queridas del pugilismo por su historia de superación. Con un récord de 33 triunfos, 3 derrotas y dos empates, se consagró seis veces campeona mundial en distintas categorías, un hito que le valió un Récord Guinness por ser la única boxeadora en lograr cuatro coronas en diferentes divisiones. Más allá de sus logros, fue una referente por su carisma y su lucha dentro y fuera del ring.

Su gran victoria fue ante la mexicana Jackie Nava a quien derrotó como visitante. Después, empataron en Córdoba.

Ganó su primer título mundial en 2006, el campeonato Supergallo de la AMB. Luego conquistó las coronas de peso pluma (AMB y OMB), ligero (CMB) y superpluma (WPC), enfrentando a las mejores y representando a la Argentina con orgullo y pasión. Venciendo entre otras a la mexicana Jackie Nava una de las boxeadoras más importantes de la historia del pugilismo femenino en el mundo.

Más allá de sus logros en el cuadrilátero, “La Locomotora” fue una referente por su historia de vida. Se dedicó a inspirar a jóvenes y a visibilizar las dificultades que enfrentan los deportistas. Su carisma y su sonrisa franca la convirtieron en una figura querida y respetada por todos.