Los Indiana Pacers derrotaron antenoche a los Oklahoma City Thunder por 108 a 91, en una fecha en la que fueron locales por el sexto partido de las finales de la NBA.
Si los Thunder conseguían el triunfo hubieran alzado el primer título de la franquicia desde 1979, pero un partido perfecto de parte de los locales generó un séptimo y último partido de desempate.
El partido que decidirá al nuevo campeón del básquet estadounidense de llevará a cabo mañana a las 21:00 horas (horario argentino), y se jugará en el Paycom Center, la casa de Oklahoma City.
En un partido que pudo haberle dado el título a los Thunder, el equipo del escolta Shai Gilgeous-Alexander no pudo con la presión y jugó un partido para el olvido.
Tras un primer cuarto en el que primó la paridad, con Indiana imponiéndose por una diferencia de tres puntos, el segundo parcial fue el que inclinó la balanza en favor de los locales: Indiana se aventajó por 36-17 y cerró el primer tiempo por 64-42.
En el tercer cuarto la distancia se extendió a 30 puntos, en el último se relajaron y se achicó la diferencia a 17 (108-91).

