Los distintos tipos de abonos para plantas son auténticos aliados para ayudarnos a mantener la correcta salud de las nuestras. Aunque solemos pensar que el cometido de estos fertilizantes es, únicamente, que las plantas crezcan sus funciones van mucho más allá.

Si bien es cierto que se suele pensar que agua, sol y un buen sustrato son suficientes para velar por la salud de una planta, la realidad no es exactamente así. En momentos concretos del año, nuestras plantas necesitan el aporte del abono por otros motivos tan importantes como fortalecer su sistema inmune, prepararse para una época de desgaste o, incluso, para plantar con las suficientes reservas para sobrevivir al descanso vegetativo, si es su caso. Motivos más que suficientes para ayudarlas con un aporte extra de nutrientes.

Pero tan importante como aplicar el abono cuando es necesario es conocer en detalle cuál es el indicado para nuestra planta. Y no nos referimos, únicamente, a su composición sino, incluso, a su forma de administración.

>¿Qué es el abono para las plantas?
Para comprender su importancia, es crucial comenzar entendiendo qué es el abono para plantas. Estos fertilizantes, naturales o artificiales, buscan complementar los nutrientes los que ya están presentes en la tierra o, en caso de que estén desgastados, renovarlos.

En líneas generales, son tres los nutrientes más importantes para las plantas y cada uno de ellos tiene un efecto específico en ellas:

  • Nitrógeno (N): responsable del desarrollo de hojas y tallos de las plantas
  • Fósforo (P): fundamental para el desarrollo de raíces pero, también, para la floración
  • Potasio (K): además de mejorar la resistencia de la planta, también es fundamental para la producción de frutos

Estos elementos además de nutrir o promover el desarrollo de partes determinadas de la planta, conviene saber otro detalle importante de las distintas clases de abonos para plantas. Las composiciones químicas de los abonos pueden ayudarnos incluso a equilibrar el déficit o exceso de un determinado componente del agua con que reguemos. Algo que sucede, especialmente, cuando indagamos en qué son las plantas ácidas y cuáles sus necesidades; o en el caso del abono para orquídeas, que aporta lo que estas plantas encuentran de forma natural en el medio del que proceden.

TIPOS DE ABONOS 

Clases de abonos para plantas según su composición
Aunque existen muchas clases de abonos para plantas, es importante conocer que la clasificación como tal de los abonos es mucho más pequeña ya que los fertilizantes se dividen en dos por su origen. Algo que debemos conocer antes de elegir uno u otro:

Abonos orgánicos, uno de los tipos de abonos más respetuosos. Los abonos orgánicos son de procedencia natural. Están creados con productos naturales y son los más respetuosos para el medioambiente. Su principal ventaja es que, además de fertilizar la planta, enriquecen el suelo en el que lo aplicamos. Liberan los nutrientes de forma progresiva, un detalle que conviene saber.

Los abonos orgánicos más habituales son:

  • Humus de lombriz
    Basta con conocer en detalle qué es y cómo usar el humus de lombriz correctamente para comprender por qué es una de las clases de abonos naturales más utilizadas. Además de ser extraordinariamente nutritivo, el humus de lombriz mejora la fertilidad del suelo y la actividad microbiana.
  • Mantillo
    Procedente de material orgánico parcialmente descompuesto, es un abono natural de liberación lenta en el que se combinan restos vegetales, estiércol y tierra. Además de nutrir y promover la actividad microbiana, mejora la textura y aireación del suelo.
  • Compost
    Uno de los tipos de abonos para plantas orgánicos más utilizados. Su composición es una mezcla de restos vegetales, posos de café, cáscaras de frutas y otros elementos naturales descompuestos. Es rico en nutrientes además de adecuado para todo tipo de plantas.

Abonos minerales o químicos, reciben este nombre los tipos de abonos para plantas creados específicamente para cada una de ellas. Unas fórmulas en las que la presencia de nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos claves está equilibrada en un laboratorio. Además de los minerales, este tipo de abono para plantas también cuenta con sustancias inorgánicas que enriquecen todavía más la fórmula. Una de sus principales ventajas es que ayudan a mantener la fertilidad del suelo en el que se aplican. Además, son la respuesta ideal para fertilizar la planta en momentos comprometidos o de estrés. Dado que las formulaciones son específicas, estos tipos de abonos para plantas estarán nutriéndola con aquello que necesita tanto por sus características vegetales como por las circunstancias ambientales.

> Abonos para plantas según su administración

-Abono sólido
Granulados, en pellet, en bolitas, en varitas o en polvo. La liberación de nutrientes es lenta, constante y equilibrada; y se hace de forma gradual a medida que regamos. Esta clase de abonos para plantas presenta más duración en el tiempo y está indicada para árboles, plantas que no tienen parada vegetativa o para el césped. Dentro de los abonos sólidos, también hay abonos orgánicos y abonos minerales.

-Abono líquido
Se diluyen en el agua de riego. Son de absorción rápida y su efecto es inmediato, ya que la planta comienza a nutrirse de ellos desde el momento de la aplicación. Están indicados para plantas con carencias, que están delicadas y que se cultivan en macetas. Pueden ser de carácter mineral u orgánico.

-Abono foliar
Se aplican directamente pulverizando sobre las hojas. Su efecto es rápido y solo deben usarse de forma puntual. Permiten revertir problemas de cultivo como la falta de hierro, magnesio o zinc; o para plantas que se encuentran debilitadas.

> A la hora de elegir un abono: qué tener en cuenta
Aunque conocer en detalle los consejos para elegir abono para plantas es fundamental para acertar, hay algunos tips rápidos que nos ayudarán a tomar la decisión correcta:

Tipo de planta: como veremos a continuación, las distintas clases de abonos para plantas están diseñadas para nutrir y fortalecer unas específicas

La época del año: si bien en meses de primavera y verano las plantas necesitan abonado para crecer, en el otoño el fertilizante es diferente porque el objetivo es ayudar a reforzar las raíces

El lugar de cultivo: no se abonan igual plantas en macetas que plantas que están en suelo

El estado de la planta: las necesidades de una planta joven o recién trasplantada no son las mismas que las de una planta ya establecida. Sucede lo mismo en el caso de plantas con carencias, que necesitan abonos específicos