Incendios forestales, sequías e inundaciones son algunos de los fenómenos naturales producto del cambio climático que han comenzado a manifestarse en distintas partes del mundo, provocando considerables pérdidas económicas a naciones que por lo general son las más pobres o las que están en vías de desarrollo. En este sentido se dice que hay una especie de "injusticia climática" promovida por los países que generan más emisiones y que contaminan en mayor medida el ambiente generando alteraciones que son las que desencadenan los grandes desastres climáticos. Las pérdidas y daños que se refiere a los países más ricos y más contaminantes, en relación a aquellos que emiten menos combustibles fósiles y son los más afectados por el colapso climático, marcan el lamentable panorama que se observa en la actualidad, con países pobres a los que les cuesta en gran medida recuperarse cada vez que son afectados por alguna contingencia climática.


La organización "Christian Aid", que tiene como objetivo luchar contra la pobreza mundial, ha elaborado un informe sobre la incidencia del cambio climático en los países más pobres del planeta, determinando además de las pérdidas generales para sus respectivas economías, cuántos dólares se pierden por persona a consecuencia de estos fenómenos cada vez más frecuentes.


Se conoce que durante el 2023 nuestro país alcanzó cuantiosas pérdidas en distintos sectores del agro por algo más de U$S 20.000 millones. Este saldo negativo al ser promediado entre todos habitantes del país representa una pérdida anual de unos U$S 425 por persona, una cifra significativa para una economía que necesita de una pronta recuperación.


De todas maneras el ranking de países o estados con mayor pérdida económica a consecuencia del cambio climático lo encabeza Hawái con un costo negativo per cápita de U$S 4.161, como consecuencia de los incendios que azotaron este archipiélago estadounidense en el Océano Pacífico. Lo sigue Guam, otra isla norteamericana ubicada en el occidente del Océano Pacífico, con pérdidas promedio, a consecuencia de las tormentas, de US$1.455 por habitante y el archipiélago de Vanuatu, en el Pacífico Sur, con un saldo de U$S 947 por habitante.


En Nueva Zelanda las fuertes tormentas tuvieron un impacto negativo de U$S 468 por persona.


Luego siguen Italia con U$S 164 por habitante a raíz de las inundaciones; España, con U$S 50 por cada ciudadano; Chile con U$S 39 per cápita y Perú que tuvo pérdidas de U$S 20 por cada habitante, por tormentas e inundaciones. Las grandes potencias a las que se las sindica como las más contaminantes del planeta y por lo consiguiente con mayor incidencia en el cambio climático, EEUU y China, también tuvieron saldos negativos pero en el orden de U$S 31 y U$S 23 por persona, respectivamente, demostrando que quienes más contaminan tienen curiosamente los índices más bajos que se conocen, una situación que merece un cambio de posición a nivel global en cumplimiento de los acuerdos ambientales se proponen periódicamente, pero que no se respetan como corresponde.