Tener bebés en la adolescencia trae una serie de inconvenientes sociales y económicos, con incidencia en el sistema de salud tan vapuleado en estos momentos por la pandemia del Covid-19. Está comprobado que la mayoría de los embarazos adolescentes son causados por relaciones sexuales sin protección o por imposición de alguno de los miembros integrantes de la pareja, lo que determina que sean concepciones no buscadas que ocasionan numerosos trastornos, extensivos a otras etapas de la vida. Unicef, en su carácter de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, es consciente de que esta situación a nivel mundial está ocasionando cada vez mayores problemas en la sociedad, por lo que ha puesto en marcha una nueva edición de la campaña #PuedoDecidir, con la que pretende que los integrantes de esta franja etaria, al no poder evitar las relaciones sexuales las ejerzan con mucho cuidado, especialmente una vez que terminen los períodos de cuarentena que están imponiendo el distanciamiento social, preventivo y obligatorio como única forma de combatir al coronavirus.


La campaña que, básicamente, se desarrollará de manera virtual también busca que los adolescentes conozcan el uso correcto de métodos anticonceptivos y la manera de acceder a ellos para evitar embarazos no intencionales e infecciones de transmisión sexual. 


En Argentina se producen 10 partos por hora de madres adolescentes, en edades que van de los 13 a los 18 años. En los últimos años hubo un descenso en los embarazos de chicas de 15 a 19 años, un dato que alienta a tener esperanzas de que con una adecuada educación y oportunas recomendaciones se puede llegar a controlar este fenómeno que preocupa y moviliza tanto a organismos independientes como los que pertenecen al gobierno. 


Otro dato interesante fue proporcionado por el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia, que determinó que entre 2017 y 2019, en nuestro país, 1 de cada 4 mujeres adolescentes que tuvo su primer hijo podrá llegar a tener un segundo hijo antes de que cumpla 19 años. Esto está corroborado por el Ministerio de Salud de la Nación, que por su parte detectó que en el 80% de las maternidades públicas del país, el 29% de las adolescentes son madres por segunda o tercera vez antes de los 20 años. 


La prevención de los embarazos adolescentes se ha convertido en una necesidad más urgente que nunca dentro del objetivo de evitar sumar problemas al sistema de salud y de tratar de que los adolescentes tengan una vida normal conforme a su edad, sin tener que asumir responsabilidades originadas por un estilo de vida que los lleva a saltear etapas en el proceso de alcanzar su madurez.