Kevin Daly debería haberse sentido genial después de perder más de unos 13 kilos después de una cirugía a corazón abierto en 2015, pero su instinto le decía que algo iba mal. A pesar de la pérdida de peso que logró a través del ejercicio y una dieta saludable, su vientre protuberante no bajaba.

Kevin, de 63 años de Hoboken, Nueva Jersey, afirma que "mido 1,90 metros y pasé de 105 kilos a 90 kilos, sin perder ni un gramo de mi estómago. Creo que incluso se hizo aún más grande ", indicó Kevin a CBS News.

Hasta ese momento, los médicos le habían dicho lo que la mayoría de los adultos acumulan el peso en el área del estómago a medida que envejecemos y es difícil deshacernos de la grasa del vientre. "Pero después de la pérdida de peso, no perder un gramo de mi estómago, no tenía lógica", razona Daly. Sus doctores estuvieron de acuerdo y pidieron algunas pruebas.

Daly se sometió a una tomografía computarizada en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York en diciembre de 2017. Fue entonces cuando recibió la angustiosa noticia: "Una masa extremadamente grande" había invadido su sección media.

"Durante dos segundos me sentí completamente liberado", indica Daly. "Y después de eso me quedé petrificado porque después de escuchar que tienes una masa gigante, piensas en el cáncer y no sabía si iba a vivir, si iba a morir o si iba a estar pasando por quimioterapia y radiación durante años. No sabía lo que iba a pasar".

La masa resultó ser un raro tumor canceroso llamado liposarcoma, que crece en el tejido adiposo. Los cirujanos decidieron que el mejor tratamiento sería eliminarlo.

Desde la exploración inicial, los médicos estimaron que el tumor pesaba alrededor de unos 5,4 kilos. Pero durante la operación, se sorprendieron al ver que era más del doble de ese tamaño y se había enrollado alrededor del riñón. Les llevó seis horas eliminar el tumor de unos 13,6 kilos junto con su riñón izquierdo.

Uno de los cirujanos de Daly, el doctor Julio Teixeira, explica que es el tumor más grande que había eliminado en sus 30 años de práctica y calificó el procedimiento como "una vez en una carrera". Al describir el peso de la masa, indicó que "una cosa es ver la imagen. Otra es tener este enorme tumor gigante en tus manos".