"Las mujeres son como los chinos, nadie las entiende, pero están dominando el mundo". Ése fue el mensaje que se le ocurrió exponer como una gracia a los propietarios del bar Bacaro, ubicado en el centro porteño.

 

 

La leyenda generó el repudio inmediato de un comensal, que pidió que sacaran el cartel, pero los encargados del local se negaron. Como consecuencia, tomó una fotografía y la subió a las redes sociales, lo que terminó con una ola de repudio.

 

El mensaje fue calificado de misógino, sexista y racista.