"Estaban muy felices, fue una experiencia muy linda. Fue una revolución que llegaran a Cosquín... Desde el sábado que recibo mensajes de mucha gente felicitándonos y es muy emocionante", dijo a DIARIO DE CUYO Verónica Ceballes, cabeza -junto a Julio Rivero- de la academia Ayekantun, de Valle Fértil, que hizo su participación en el Festival de Folclore de Cosquín. El primer día fueron parte del desfile inaugural, junto a diferentes academias con las que recorrieron las calles principales de la ciudad; y al día siguiente bailaron en las peñas callejeras de la Plaza de la Familia. Y la felicidad de la delegación contagió a todo el pueblo y se vio reflejada en las redes de los docentes, donde compartieron fotos que acompañaron con sentidas palabras. 

"Llegamos ahí... con ellos, los chicos de Usno, de un lugar pequeño donde nunca hubieran imaginado que llegarían ahí, y lo hicieron, señores.

Lo hicieron con esfuerzo, con trabajo y dedicación, el sueño se veía lejano por momentos porque como todos sabemos los bailarines luchamos muchísimo por cumplir sueños", fue parte de lo que tipearon. 

"Fuimos seleccionados en noviembre por la Comisión. Desde el año pasado mandamos propuestas. En 2022 salimos seleccionados pero no pudimos ir. Este año repetimos y volvimos a salir, con la propuesta Don Saúl: Pintor de paisajes, que ganó en el concurso Escena en Movimiento que se hizo en San Juan capital, porque nos encanta defender nuestra tradición. Y ahí emprendimos el viaje. Fue costoso, pero pudimos hacerlo. La gente de Usno y de Villa San Agustín nos ayudó también, muchos comprando empanadas y rifas", agregó la bailarina y profesora de folclore cordobesa radicada en Usno, tierra de su compañero de vida y arte.

Don Saúl: Pintor de paisajes hace referencia al recordado cantautor vallista Saúl Quiroga. "Son varios temas suyos contando un poco su vida. Él hablaba mucho del paisaje con su poesía" agregó Ceballes sobre este cuadro que la academia creó y presentó en 2021 en el marco de la convocatoria lanzada por Turismo y Cultura local y la Mesa Provincial de la Danza, para celebrar el Día Internacional de la Danza. Esta vez, en Cosquín, fue interpretado por otro grupo de chicos, de entre 13 y 17 años, también pertenecientes a Ayekantun y que viajaron con sus profes y algunas mamás. Y, aseguran, se lucieron. 

"Es un grupo juvenil que se formó en julio del año pasado. Fue comenzar de cero con ellos y avanzaron muchísimo. Ellos en marzo pasaron por una situación delicada de vida, porque una compañera de ellos se suicidó. Todo Usno se revolucionó por el hecho ocurrido. Eso los marcó, pero los padres se pusieron en campaña para no dejarlos caer y que la danza los vuelva a la vida... Y eso hizo este viaje a Cosquín, no significó solo bailar ahí, significó mucho más para ellos, que además no conocían y que pensaban que nunca iban a llegar. Y se lo dedicaron a su amiga del cielo", agregó Verónica, para quien estar en este encuentro es una gran vivencia que los motiva a seguir trabajando, "para algún día empezar a competir".