Debía ser una fiesta y casi termina en tragedia. Un show anunciado con meses de anticipación, fanáticos esperando con ansias la llegada del ídolo y el caos que se apoderó de todo. El 19 de marzo de 1999, hace poco más de dos décadas, Chayanne llegaba por primera vez a San Juan para cantar en Ébano. El boricua venía a presentar un espectáculo de primer nivel, de la gira “Atado a tu amor”, que ya la había roto en varias provincias. 

Diez mil almas abarrotaron el predio e incluso unas dos mil quedaron afuera. La expectativa era grande y la ilusión mucha. Sin embargo, minutos después de las 21 ocurrió lo impensado, que no terminó con muertes de milagro. La tribuna Sur se desplomó por exceso de peso.  Según trascendió después, tenía encima el doble de la capacidad que podía soportar esa estructura.  Decenas de personas terminaron en el hospital con fracturas, cortes y golpes.

Para colmo de males, las personas que resultaron ilesas intentaron aprovecharse de la situación y saltaron las vallas, pasando al sector VIP. Como quedó colmado, desde la organización decidió cerrar las puertas del predio y cientos de fanáticos que habían pagado la entrada más cara quedaron afuera. Si para esa altura todo era un descontrol, la situación empeoró cuando las luces se apagaron y el show comenzó.

La tarima, ya en el piso.

La gente que había quedado afuera, con tickets en mano, comenzó a empujar intentando ingresar desesperadamente. Hubo avalanchas, corridas y hasta una nena de 10 años terminó hospitalizada. Sin embargo, las puertas no volvieron a abrirse. “Me hago responsable de todo. Yo di la orden de que el espectáculo comenzara porque consideré que la gente tenía mucha sensación de pánico al caerse la tribuna e intenté calmar los ánimos. No fue una irresponsabilidad”, dijo en su momento Hugo De Bernardo, encargado de traer el show de Chayanne a San Juan. “Monté todo un operativo para que no hubiera problemas, pero la seguridad no respondió a la altura de las circunstancias”, agregó.

En el hall de acceso al predio decenas de jóvenes lloraban sin parar, en una mezcla de bronca y tristeza por no haber podido ver a su gran amor.

Las fanáticas indignadas que se quedaron afuera pese a tener entradas.

Arriba del escenario y totalmente ajeno al desastre, el músico arrancó con ‘Salomé’ para delirio de la multitud que pese a todo disfrutaba de la sensualidad, carisma y encanto del ídolo. Cada movimiento, cada sonrisa hacía delirar a sus incondicionales. Sin defraudar, cantó todos sus hits. Incluso, para ‘Tiempo de vals’ hizo subir a una joven del público para bailar con ella. ¿La chica? Feliz. Por supuesto, el momento más esperado llegó cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de ‘Provócame’. La gente, en su mayoría mujeres, se quedaron sin voz para acompañar al artista. Y la coreo, aprendida de memoria, se repitió en todo el predio.

Las entradas más económicas costaron $15, mientras que las más caras valían $50.

Simpático como siempre, el cantante interactuó constantemente con sus fans. Incluso, sobre el final, se disculpó porque  sabía que había ocurrido “un problemita”.

Mientras tanto, afuera la situación no mejoraba. De hecho, decenas de personas se trasladaron para realizar la denuncia policial hasta la Comisaría Sexta por “estafa” al haber comprado la entrada para ver un show al que no pudieron acceder.

En cuanto a las exigencias del latino, estuvieron un aire acondicionado en su camarín para mantener la temperatura a 25º, un perchero con 15 ganchos, frutas, miel, agua mineral sin gas, toallas grandes blancas, un espejo de cuerpo entero, seis radios y dos celulares sin restricciones para su uso. 

Al día siguiente, mucho más al tanto de lo que había ocurrido, el propio Chayanne habló desde Mendoza con DIARIO DE CUYO y manifestó sus deseos de regresar pronto a la provincia, para que todos pudieran disfrutar del espectáculo. Pese a la agenda cargadísima, la gente de Hugo De Bernardo comenzó a negociar una nueva presentación en la provincia antes de finalizar la gira por el país que incluyó también Córdoba, La Rioja y Santa Fe. Y así ocurrió.

Fue el 22 de abril, para cerrar la seguidilla de shows en Argentina. Aunque esta vez las tribunas lucieron bastante más despobladas, Chayanne hizo vibrar a todos otra vez. Además, se disculpó con la gente por presentar el mismo show que semanas atrás. Por supuesto, a nadie le importó. Todos bailaban, saltaban, cantaban, gritaban y le hacían saber al puertorriqueño cada vez que podían lo mucho que lo amaban. “Voy a volver a San Juan cuando ustedes lo quieran”, dijo para despedirse.