Fatemeh Khishvand, conocida mundialmente como la Angelina Jolie iraní, está en prisión acusada de "blasfemia" y allí contrajo coronavirus. Para colmo de males el juez que entiende su caso está desaparecido y la justicia no quiere darle libertad domiciliaria para protegerla.

Bajo el seudónimo Sahar Tabar, Khishvand se hizo mundialmente famosa en Instagram por mostrar las operaciones que se hizo para tener rasgos muy similares a la actriz norteamericana de 44 años. La joven se encuentra actualmente conectada a un respirador en el Hospital Sina en Teherán después de contraer el mal infeccioso bajo la custodia estatal.

 

Khishvand fue detenida en octubre último bajo acusaciones de cometer "blasfemia" en sus redes sociales. La influencer iraní de 22 años alcanzó la fama mundial a finales de 2017 por sus múltiples retoques faciales, que habían modificado drásticamente su apariencia. Entonces, el medio británico The Sun aseguró que se había sometido a más de 50 cirugías para parecerse físicamente a Jolie.

En concreto, Tabar fue acusada de incitar a la violencia; inducir a los jóvenes a sobornar; incumplir el código de vestimenta nacional; cometer blasfemia y obtener ingresos por medios inadecuados. Este viernes, el Centro por los Derechos Humanos en Irán (CHRI, por sus siglas en inglés) denunciaron que además de la arbitraria detención, la modelo fue contagiada de Covid-19.

 

Poco después de ser detenida, la joven pudo conversar con un canal de televisión en Irán (IRTV2), en donde habló acerca de su relación con las redes sociales y cómo éstas le modificaron la vida. Durante la conversación, la mujer de 22 años detalló que la aceptación por parte de la gente hacia las publicaciones que realizaba fueron uno de los elementos que la incitaron a continuar subiendo el tipo de contenido relacionado con su aspecto.

"Mi sueño de la infancia era ser famosa", narró Tabar en la conversación. "Vi que la gente seguía lo que hacía y, cuando los ‘likes’ comenzaron a crecer, sentí que estaba haciendo lo correcto", confió.

Sahar Tabar, quien es la hija única de una pareja divorciada, también explicó que el objetivo de sus cirugías no era tener un aspecto similar al de Angelina Jolie, como han apuntado los medios occidentales, más bien, señaló tal vez con ironía, buscaba parecerse al personaje femenino de la película El cadáver de la novia, de Tim Burton.