Un día como hoy, hace 5 años, se hizo la presentación oficial del Teatro del Bicentenario en Casa de Gobierno, donde también se anunció la esperada gala de apertura, el 21 de octubre. Fue una fiesta y no era para menos: nacía en San Juan un polo cultural que supo dar cuenta de ello en cada temporada. Ballet, música y teatro en sus distintas expresiones; títulos y artistas de renombre fueron poblando su escenario, con el aval de los sanjuaninos que correspondieron cada vez. Pero un día todo cambió. La pandemia de covid-19 lo obligó a cerrar sus puertas. "Se suspenden todas las funciones, visitas guiadas y atención al público hasta nuevo aviso' se leía en su web. No sin tristeza se lo vio sin autos colmando el estacionamiento, sin las filas en la boletería, sin los carteles anunciando un estreno, sin la gente entrando entusiasmada a una función. Sin embargo, nunca dejó de latir. Si bien siempre contempló actividades formativas, a partir del impactante 2020 la capacitación fue el principal objetivo puertas adentro, teniendo como norte el reencuentro con el público, que poco a poco recupera, por ahora desde su Sala Auditorio. Y a su vez, las escenas virtuales que abrieron un territorio hasta entonces no explotado, también significaron una escuela para todos. 


En el plano formal, los programas de formación en Música y Danza abanderaron la cruzada. Primero y por largo tiempo totalmente virtuales; y este año con las flexibilizaciones, de manera bimodal, sumando presencialidad bajo protocolos.


El primero que se adaptó fue el programa de entrenamiento para bailarines, a cargo de Victoria Balanza, que se convirtió en una formación profesional. Sistemáticamente se llevan a cabo clases diarias de clásico y contemporáneo con profesores y coreógrafos locales, nacionales y extranjeros. Y los bailarines también participan de experiencias artísticas que se plantean como nuevos desafíos. Allí se inscriben, por ejemplo, desde los encuentros con Diego Poblete y Gabriel Rodríguez, hasta las clases simultáneas a distancia junto al Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín y la residencia con el destacado coreógrafo español Joshua Cienfuegos, actualmente en recta final. "El espíritu del programa desde su génesis es que, cuando haya producciones, podamos tener elencos con la mayor cantidad de sanjuaninos posible', dijo a DIARIO DE CUYO Silvana Moreno, directora del TB.


En cuanto a lo musical, continúa el Curso online desde la Jacobs School of Music- Indiana University, dirigida por Mimi Zweig. El mismo comenzó en 2019 y aquí también hubo una modificación. Como era complejo abordar las clases prácticamente individuales con alumnos y profesionales muy jóvenes -destinatarios originales del programa-, se hizo un llamado a profesores locales de violín y viola, quienes junto a docentes norteamericanos desarrollan habilidades desde lo didáctico-pedagógico y las aplican luego con sus pequeños alumnos. A la par, se preparan para participar en el Festival de Indiana 2022, broche de oro del programa, que esperan sea ya presencial y también con los jóvenes alumnos. 


"Trabajamos intensivamente con jóvenes y con profesores que tienen a su cargo el desarrollo de los pequeños, en un gran aporte para la escena musical de San Juan', agregó la funcionaria. 


Además de estos dos programas, se otorgaron las Becas de Perfeccionamiento TB-Academia 4¦33 -espacio virtual transdisciplinar para el estudio de artes contemporáneas- para seminarios intensivos con destacadas figuras como Martín Bauer (música), Diana Szeinblum (danza) y Alejandro Tantanian (teatro). La mirada estuvo puesta en artistas experimentales de la provincia, estudiantes de arte y carreras afines. Y en parlelo, el personal del TB ha recibido capacitaciones específicas del Teatro Mayor de Bogotá y el Teatro Colón, como seminarios de vestuario y escenografía, por ejemplo. 


"Nos pasó lo que le sucedió a todo el mundo, tuvimos que encontrar alternativas para poder seguir con las actividades. En esto aparece la virtualidad y sus plataformas, que antes no habíamos usado tanto y que empiezan a ser de uso cotidiano. Una virtualidad que en lugar de aislarnos nos ha generado redes y vínculos que antes no existían y que nos acercan de manera concreta y real, no sólo desde lo emocional. Y entendemos que esto va a seguir siendo una forma de trabajar a futuro', explicó la responsable del TB, quien subrayó el enorme aprendizaje que significó el trabajo desde la virtualidad, con características muy distintas. Una capacitación no formal, si se quiere, pero no menos enriquecedora, que se potenció con las convocatorias que el Bicentenario lanzó para contenidos digitales, área en la que también se volcó en medio de la pandemia (ver aparte).


"En el marco de esta pandemia fue inicialmente una necesidad, un desafío muy grande y una motivación muy importante ser un acompañamiento, en trabajo mancomunado con el Ministerio de Turismo y Cultura, buscando el bien común y el lado positivo. Han sido dos años de trabajo intenso, de un mirar hacia adentro pero sin perder la perspectiva del rol que cumple el Teatro para con sus audiencias y con los artistas. Y afortunadamente hemos encontrado otras maneras de encontrarnos', valoró Moreno. 

En acción. La capacitación continua de bailarines y músicos es uno de los fuertes de la actividad puertas adentro.


EL TEATRO DIGITAL

Los contenidos audiovisuales fueron otro gran pilar del TB en tiempo de pandemia, e implicaron una capacitación continua para todos los involucrados. En medio de la aridez escénica del 2020, abrió una convocatoria para brindar a la comunidad local independiente la posibilidad de seguir en escena, de manera virtual pero en escena al fin. El éxito fue palpable y desembocó en la creación del Teatro digital, con títulos como Beethoven Danza, En escena virtual y 6 encuentros, entre varios otros, en 2021 (sin contar actividades de corte didáctico). Y ya se trabaja para una cartelera 2022, con formatos virtuales y mixtos, concomitante con la programación presencial. 

"Creo que esto va a ocurrir a nivel mudial. Hoy ya es una oferta más que el Teatro brinda y que trasciende las fronteras, porque en nuestras audiencias hay gente de España, Perú, México, Colombia, Chile, Uruguay, Estados Unidos... Son públicos diferentes que consumen productos artísticos diferentes', expresó Moreno.