Tenía cinco años cuando sus padres le regalaron un tambor de juguete. Seguramente Greville y Winifred Collins nunca imaginaron que sería considerado el mejor baterista de la historia del pop, que daría un paso al frente y que vendería más de 100 millones de discos. Hola. Están listos?' Les preguntó Phil Collins desde el escenario -después de 23 años sin tocar en la Argentina- a muchos de esos que sedujo con su talento, de al menos un par de generaciones. Fueron dos épicos conciertos en Córdoba -al que asistieron 25 mil personas- y en Buenos Aires -frente a 55 mil-. Incluso fueron varios los sanjuaninos que pudieron darse el gusto de presenciar un histórico show, su regreso y quizás su despedida.


Él asegura que es gracioso pero suena a humor negro: Su gira se llama "Not dead yet' (No estoy muerto aún), y con ella llegó el británico a estas tierras, a dos años de su regreso a los escenarios, luego de una larga temporada alejado.


'La vida es rara' dice uno de los músicos de mayor éxito de la historia, una usina de hits, ganador de siete Premios Grammy, dos Globos de Oro y un Oscar (por la canción de Tarzán), que ya no toca la batería y cantó sentado todo el concierto (quizás fruto de un golpe que le costó la dislocación de una vértebra).

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Nacido en Hounslow, en las afueras de Londres el 30 de enero de 1951, el pequeño Phil no tenía quien le enseñara a leer y escribir música así que diseñó su propio sistema. 'Todo lo que sé me lo he enseñado yo mismo' dijo en alguna entrevista el músico que fue autodidacta, nunca aprendió solfeo. Su gran capacidad auditiva, hacía que no le hiciera falta leer música. Irónicamente, de adulto, quedó sordo de uno de sus oídos.


De adolescente estudió teatro, hizo castings, fue actor en programas de televisión y en cine. Como adulto mantuvo ese gusto por la actuación y apareció en varias películas, además de sumar su música.


A los 19 asistió a la audición que cambiaría su vida. Génesis buscaba baterista y ahí estuvo el joven Phil, que se incorporó en batería, percusión y coros. Cinco años después, en 1975, con la partida de Peter Gabriel, Genesis siguió adelante con Collins como voz principal.

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Con Génesis Collins logró grabar exitosos álbums entre 1980 y 1986. Canciones como Throwing It All Away, que incluyó en su repertorio de gira y que el público argentino reconoció. Paralelamente al grupo inició su carrera solista logró perpetuarse en la historia como uno de los músicos británicos más exitosos. En 1985 lanzó No jacket required, que vendió millones de copias, que contiene Sussudio, One more night, y Don't lose my number, hits que también sonaron en esta visita a la Argentina. Porque Phil, asegura, no se cansa de cantarlos, si el público los quiere oír.

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En 2011 cuando los medios británicos anunciaron que Phil Collins no volvería a tocar más la batería, el músico emitió un comunicado desdramatizando la cuestión. Así se supo que se había dislocado las vértebras cervicales y que había afectado sus manos. Que tuvo operaciones, que era "imposible tocar la batería o el piano'; pero aseguró que no estaba mal. "En la vida pasan cosas', aseguró. Después se supo que para el disco Going back (2010), para tocar la batería se ató con cinta las baquetas a las manos. 

Ya no toca la batería por un problema de columna, pero su voz permanece intacta como se pudo apreciar en sus dos shows en el país.


Sin embargo fueron tiempos duros, porque se refugió en el alcohol y eso casi le cuesta la vida. Gracias al ultimatum de su entorno que lo obligó a tratarse, Phil Collins renació.


Divorciado tres veces, tiene cinco hijos, uno de ellos es Nicholas, que con 16 años tomó el lugar que su padre dejó en la batería y se destaca con brillo propio.


A pesar del éxito, los millones (su fortuna se estima en 115 millones de libras) y la fama, Phil vive alejado de las alfombras rojas en Suiza, donde se quedó a vivir "para estar cerca' de sus hijos.

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Aunque su cuerpo le juega una mala pasada y él parece sentirse cansado hace tiempo, a sus 67 años su voz sigue intacta. 'Mi ex mujer me dijo ¿Sabes qué? Vas a hacerte viejo solo. Y ahora veo que la verdad es que me estoy haciendo viejo solo.' le dijo al diario El País hace unos años.

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Difícil saber si aún piensa así, pero quizás aunque sea por un momento se sintió acompañado por los 75 mil argentinos a los que hizo muy felices esta semana.