Julia Roberts ya era famosa por Pretty woman cuando Mathew Perry, el querible Chandler de Friends le escribió para que se sumara a un capítulo. Esta semana se conocieron los entretelones de aquella participación que terminó en un romance efímero entre ambos, como que coqueteaban por fax y que los guionistas le daban letra para que respondiera y así "enamoraron" a Julia. 


 La "novia de América" como se la apodó por sus películas románticas, se transformó en una de las mujeres más bellas de Hollywood, que hoy a los 53 años parece haber hecho un trato con el tiempo. 


Ella insiste en que no tiene botox, aunque "no tendría problema en usarlo", ha dicho. Protector solar todos los días y una rutina de limpieza a fondo cada noche son sus dos aliados para el cuidado de su piel. Siempre dice que hay que ser consciente en lo que se come. "Tienes que comer cosas buenas para obtener buenos resultados" y su máxima recomendación es: "Mantén la calma, bebe agua, duerme y sé alegre". 


En los 90, Roberts tenía el mundo a sus pies y lo sigue teniendo sólo por su belleza, su sonrisa franca o su piel perfecta, sino por las causas sociales (Unicef o un banco de alimentos en México) con las que se ha comprometido en el último tiempo y que comparte en sus redes, que usa puntualmente cada tanto.