Mucha agua pasó bajo el puente desde que Natalia Oreiro debutó como paquita de Xuxa y comenzó a forjar su carrera en la televisión argentina, en el cine y la música. Buscando nuevos desafíos en lo actoral o afianzando Las Oreiro, la marca de ropa que tiene con su hermana (que ambas diseñan) fue armando su propio camino, uno a su medida y de igual modo exitoso. 

Como se difundió ya, la actriz, cantante y diseñadora llegará a San Juan el próximo sábado 23, invitada a participar de la Fiesta Nacional del Sol y durante su presencia en el predio ferial Costanera, la artista usará un vestido confeccionado por sanjuaninas, integrantes del proyecto Juno. También hará una producción de fotos en Ischigualasto para la revista Caras.

La actriz de Wakolda, Gilda y Re Loca -por nombrar algunas de sus últimas películas- compartió con DIARIO DE CUYO la génesis de su visita en una entrevista en la que respondió por correo electrónico sólo algunas de las temáticas propuestas.

La multipremiada artista que se prepara para iniciar una gira por Europa del Este, con 18 conciertos, habló de la admiración que le generaron las costureras sanjuaninas, a quienes conoció a partir de una nota de este diario. 

-¿Cómo surgió la visita a San Juan?

-El director de Caras, que es amigo mío, me llamó y me preguntó si quería hacer una producción en el Valle de la Luna. Le conté que sí, que conocía, que San Juan me parecía una de las provincias más hermosas de la Argentina. Tuve la oportunidad de viajar a Pampa del Leoncito, porque filmé una publicidad. Estuve tres días y quedé alucinada por la geografía del lugar. En esa época yo practicaba trapecio a vuelo y una agencia de publicidad me permitió cumplir un sueño mío que era hacer trapecio a vuelo al aire libre, en una geografía de esa inmensidad. Y fue así que le propusieron a Mastellone filmar una publicidad. Fue toda una experiencia. Me acuerdo que viajé con Ricardo -Mollo- y quedamos los dos alucinados. Así que cuando Héctor Maugeri me acercó la propuesta le contesté que sí, que me gustaba muchísimo.

Además en San Juan en 2013 me entregaron un premio muy importante para mi carrera, en el Festival Unasur, como mejor actriz por Wakolda.

-¿Sabías ya de la fiesta?

-Sí, sabía qué era, la había visto años anteriores a través de la prensa y la televisión; la coronación de la reina y el festival, la música. Ricardo había tocado allí y le tiene muchísimo cariño a toda su gente. Cuando corté con Maugeri me quedé pensando que días anteriores, justo en el medio para el que vos trabajás, había leído una nota que me impactó muchísimo por varias razones. Primero me detuve por el título, que me emocionó y me identificó también. Se titulaba algo así como "Emprendedoras que cosen sus sueños". Me considero una mujer emprendedora y cuando era pequeña, a los 12 años, estudié corte y confección en mi Uruguay natal junto a mi hermana; la costura me acompañó siempre, fue parte de mi vida. Mucho antes de formar Las Oreiro, yo cosía mis sueños y cosía mi ropa para cumplir mis sueños. Me hacía la ropa para los primeros casting, de hecho la primera maleta que traje a Buenos Aires tenía muchas cosas que había realizado con mis propias manos. Así que cuando leí la historia de estas mujeres que cosían desde sus casas, que a través de este proyecto tenían un ingreso para cambiar la economía familiar, que cuando sus hijos se dormían o estaban en la escuela, ellas sacaban sus máquinas de coser y trabajaban… el proyecto Juno me tocó el corazón, me emocionó mucho. Me parece un proyecto hermoso. 

Pero además son esas cosas que no son coincidencia, que son cosas que están en el aire, que suceden energéticamente. Yo dije, "qué loco: leí esta noticia y me emocionó este proyecto social y ahora me están llamando para participar de la misma Fiesta", dije, yo tengo que hacer algo con ellas. Entonces le llamé a Héctor, le dije que sí, que quería participar pero con un traje confeccionado por ellas. Entiendo que ahí se contactaron con Rosario (Ahumada) del proyecto Juno y le dijeron esto de que si les gustaba que yo diseñara un vestuario y ellas lo confeccionaran, así surgió y nos pusimos todos en marcha. Para mí es algo muy especial. Tiene un doble significado, de alguna manera colaborar con ellas y usar un vestido confeccionado por ellas, para mí resignifica mi colaboración con este festival. Porque voy a ir al Valle de la Luna a mostrar mi trabajo con Las Oreiro, los diseños de esta temporada y también voy a utilizar el vestido de ellas; además en el cierre de la Fiesta voy a estar con el vestido que hicieron, es un honor para mí y me da mucha satisfacción.

"Usar un vestido confeccionado por ellas, para mí resignifica mi colaboración con la Fiesta del Sol".

-¿Cuál creés que será la repercusión para Juno de esta acción tuya?

-Ya está siendo muy buena, porque estamos haciendo una nota para charlar de esto, que va a salir en el mismo medio por el que me enteré de ellas, así que creo que es positiva. Lo use yo o lo use cualquier persona que pueda dar a conocer este tipo de proyectos, creo que es positivo y necesario. Además el hecho de que sea un proyecto de mujeres, de mujeres empoderadas, de mujeres que sacan adelante una familia en una realidad difícil, me parece que es algo para destacar y colaborar. Comenzó de esta manera, que es un primer encuentro entre ellas y yo, que ojalá pueda tener en un futuro algo más grande. Me gustaría conocer su taller, abrazarlas, que me cuenten un poco de sus vidas. Seguramente así será y seguramente será transformador para todas. 

-Cambiando de tema, pero hablando de mujeres poderosas, ¿qué fue Gilda para vos?

-Gilda fue otra mujer poderosa, con un sueño por cumplir, con muchas cosas en desventaja en su entorno, en su familia, en un momento donde la mujer, que si bien hoy sigue luchando por sus derechos, por su lugar profesional y personal, imaginate hace 20 años en el mundo de la bailanta, donde todo estaba digitado por hombres. 

En lo personal fue todo un desafío hacer el papel, primero porque siempre fui fan de ella y a medida que fui conociendo más su historia, me impactó mucho, le tuve mucha admiración, mucho respeto. Profesionalmente fue una búsqueda, una película que quise hacer por muchos años, que me costó mucho y que se dio cuando se tenía que dar. Me trajo muchas satisfacciones, me costó mucho también interpretarla… la gente tenía un recuerdo tan cercano, tan nítido de Gilda; para mí, que además tengo una historia musical, era un desafío poder meterme en su piel, en su mirada y que se olvidaran de mí, convertirme en un canal para que vieran a Gilda. Eso se logró por la gran directora que es Lorena Muñoz. Y luego darme alas para poder crear a nuestra Gilda, que una vez que estrenó ya era de la gente, pero que siempre me va a acompañar desde muy cerca. 

-¿Alguna vez sentiste ganas de actuar sin filtro, como tu personaje de Re Loca?

-Otro personaje muy potente, con el que creo que muchas mujeres nos identificamos, porque somos atravesadas todos los días por situaciones que nos generan mucha ira. Bueno, la ira nunca es buena, lo mejor que uno puede hacer es decir lo que siente y le pasa en el momento, encontrando las palabras… Los verdaderos cambios significativos son en paz y caminando juntos y no estando en la vereda del frente de nadie. Claro, a mi personaje de Re loca le pasan tantas cosas que en un momento explota y se le da por romper autos. Yo nunca he llegado a ese lugar. De hecho es una de las cosas que más he trabajado con el director, porque yo le decía "en mi vida yo nunca soy así". Sí, obviamente me he enojado y tengo carácter y soy de decir lo que siento… a ver, no soy fácil de convencer cuando estoy convencida de algo, pero sí soy una persona que trata de encontrar el bien común, no me gustan las discusiones y los gritos; creo que el que grita pierde y además tampoco digo malas palabras… así que yo le decía "¡no sé cómo voy a hacer porque este personaje dice muchas malas palabras!" (risas). La verdad fue muy liberador para mí poder hacerlo. 

-¿Volvés a la tele?

-No, no voy a hacer tele, tengo algunos para cine, Lucia Puenzo (Wakolda) me ofreció su nueva película, también seguro firme con Carlos Sorin y con Hernan Goldring (Música en espera), y tengo dos o tres guiones más… Tengo un proyecto personal que es Grisel, mujer cantante en los 20, en un medio muy machista.. pero los proyectos personales uno tiene que remarlos mucho mucho más y aparecen otros que no son propios, que uno los convierte en propios y hay que darles ese espacio también.