Saltó a la fama hace 15 años gracias a un reality y aunque le costó rearmarse tras la disolución de la "boyband", consiguió forjar una carrera actoral y musical sostenida. Germán Tripel, "Tripa", como le dicen al ex Mambrú, está por sumar otro ítem a su curriculum, el de protagonizar junto a su mujer, Florencia Otero, la primera obra musical en Latinoamérica en volver a un teatro en medio de la pandemia, por streaming, por supuesto. El coronavirus obligó a bajar el telón hace más de 5 meses, pero este regreso al escenario desde el Teatro Picadero en vivo el 11 de septiembre con la pieza Los últimos cinco años (ver El dato), los actores podrán moverse en escena sin el distanciamiento social que se impone a otros, porque al ser cónyuges están exceptuados. Sí deberán mantenerse lejos del maestro Hernán Matorra, el pianista que los acompañará en esta única función dirigida por Juan Álvarez Prado, director de las tres versiones anteriores también protagonizadas por Tripel. 


Después de asistir en una comunicación por Zoom con el jardín de su pequeña Nina, "Tripa" está listo para charlar con DIARIO DE CUYO. "Ya estamos en septiembre, es increíble cómo se nos pasó el año encerrados", lanzó el verborrágico artista que reconoce que no actuó nunca en San Juan, un lugar "muy querido" por su mamá, quien la visitó en alguna oportunidad y la considera "una de las más lindas de la Argentina".


El actor se desvive en elogios para con su compañera de vida, 10 años menor, con quien conforma una de las parejas jóvenes más estables del ambiente. Se conocieron trabajando en la obra Rent y desde entonces no se separaron más.


"Queríamos tomar el riesgo de hacer teatro en pandemia", confesó el ganador de un premio ACE, que responde sobre su vuelta al trabajo, la situación de los actores, su amor y Mambrú.



- ¿Cómo será actuar con la platea vacía?
- Muy extraño, pero lo es más para alguien que no hizo nunca una tira o televisión. Tiene esa sensación de estar grabando un programa, sólo que en el programa podés editar si te equivocaste, acá es la transmisión en vivo; entonces la sensación es extraña porque no hay una devolución, no hay aplausos ni nada. Es raro, pero si vas con el concepto de que es como una televisión en vivo, es distinto, proyectás más tratando de que llegue de la mejor manera. En mi primer streaming me sentí rarísimo, fue el primero desde un teatro en CABA, estábamos todos con miedo, midiendo distancias y salió bárbaro.


- ¿Qué expectativa tenés sobre la respuesta de la gente?
- Generalmente los streaming, a menos que seas un artista súper consagrado como Valeria Lynch o Patricia Sosa, Pedro Aznar o León Gieco, que venden mucho, en el caso de los artistas no consagrados como nosotros, la venta es lenta, pero el día anterior o el mismo día, se dobla lo que venías vendiendo. La gente no lo hace con tiempo porque la mayoría está muy ducha con Internet y hace un click. Es un link por familia, por casa. Ni siquiera se llama entrada, si compran uno lo ven todos. En los streamings anteriores vendimos entre 500 y 600 tickets, o sea que hay que multiplicarlo por dos o por tres para calcular espectadores. Nos fue bastante bien para no ser, como te digo, Valeria Lynch. Para nosotros es un aliciente hermoso saber que la gente, aun con todo esto, con tanto problema que una persona o 500, invierta algo de su plata y su tiempo en nosotros. Tenemos un agradecimiento continuo.


- ¿El streaming llegó para quedarse?
- El streaming es una herramienta positiva para el teatro, creo que se va a quedar. Las obras en general se concentran en Capital, entonces teniendo dos o tres cámaras y grabándola para que la gente pueda acceder si no pueden ir o la obra no sale de gira, tiene un acceso simple y fácil, pienso que si los productores teatrales cobra una entrada de 800 pesos, puede hacer una de 300 o 400 pesos para una transmisión. Los teatros de a poco van a generar su propio Netflix por decirlo así, el teatro Picadero ya está guardando los streaming porque hará una plataforma para ver todas las obras.


- ¿Los actores están aprovechando esta vuelta a las salas?
- Está muy en pañales todo, los actores estamos ávidos de juntarnos y hacer, porque lo necesitamos básicamente, porque es nuestra vida, porque vivimos de esto; pero la verdad que todavía no veo un movimiento grande de actores. Creo que también estamos siendo precavidos, porque no queremos que nos usen como herramienta para una comunicación negativa. Porque si de repente decimos me junto a ensayar y al otro día tengo coronavirus porque me junté con un actor que quizás era asintomático, después dicen "no, los protocolos de ensayo de teatro no sirven". Entonces no queremos que nada cierre puertas.


- ¿Qué pensás de la crítica de que no se produce ficción?
- Me parece que estamos en un momento de mucha sensibilidad y poco pensante, algo incoherente, no creo que el actor actúe con barbijo en las películas, sí lo apoyo con protocolo con mucho cuidado... Es incoherente que graben una película de amor donde dos actores que no son pareja se tengan que dar un beso y no te dejen cantar, o reír en tu casa como dice la OMS. Por otro lado, el productor siempre, haya pandemia o no, piensa si es un momento de hacer una tira o no. Creo que hay una avidez muy grande de ver cosas que distraigan, por eso funcionan los programas de entretenimiento y obviamente las noticias para estar atentos a lo que sucede. Sí, son esenciales esas cosas pero también entiendo que una tira o ficción hoy en día llevarla a cabo es muy cara y sin saber si va a funcionar. Así que es lógico que piensen en eso los productores, estoy en contacto con muchos. Para nosotros también comprar esta obra fue un pensar muchísimo, pero quisimos ser punta de flecha, nosotros nos animamos a hacerla en medio de una pandemia y esperamos que más se animen.


- A 15 años de Mambrú, ¿qué evaluación hacés?
- Hoy es positiva, fue una plataforma que me hizo conocer un mundo al que es mi forma de vida y es un amor incondicional al arte, a la música, a la televisión, a los medios. Fue una plataforma. Hoy, con 40 años lo pienso así, antes por ahí estaba más enojado con el proyecto y te decía que era un asco y que no me sirvió para nada. Pero sí, fue una plataforma para darme cuenta que esto es lo que quería hacer y me sirvió para prepararme para lo que quería hacer.


- Con Flor, ¿cuál es la clave para su relación?
- Somos inestables como cualquiera, pero seguimos juntos porque nos amamos y esa es la primera opción; pero pasamos por ciclotimia, discusiones, amor puro, la verdad que concebimos nuestra pareja desde el trabajo, porque así fue como nos conocimos, hoy no nos vemos sin el otro, en el trabajo o fuera. Sin el apoyo del otro no tendría sentido lo que hacemos, por eso el secreto, entre comillas, está en la admiración que sentimos mutuamente, es como reenamorarnos continuamente.

EL DATO

  • Los últimos cinco años. Con Flor Otero y Germán Tripel, 11 de septiembre a las 21 en vivo por streaming. Tickets en Platea LIVE.