Aprovechando los días abrigaditos de estas tardecitas sanjuaninas, algunos tirados panza abajo y otros con las piernitas cruzadas, niños y niñas que van de los 7 a los 16 años de edad se sumaron a la original actividad que ofrece el Museo de la Historia Urbana con cupo limitado y reserva previa bajo el nombre "Bordá tu ciudad", donde los que no llevaron, recibieron un bastidor y el material textil necesario para crear sus primeros puntos, como señaló Natalia Segurado, responsable de la institución que también ofrece el mismo seminario a los adultos. 

Estampando. Con el papel carbónico, los participantes aprendieron a pasar las líneas del papel a la tela.

Coordinados por la atenta mirada de la "seño" Roxana Villalá, durante la primera semana del taller, los chicos aprendieron a plasmar sus trazos urbanos en las telas, con ayuda de un "papel mágico’, como dijo la docente para captar la atención de los bajitos que se entusiasmaron con la ilusión de hacer sus propios "trucos’ mediante el uso del papel carbónico en los paños, una técnica que muchos implementaban por primera vez.

Pintando. Un grupito de chicos prefirió darle diferentes tonos a sus dibujos antes de aprender a imprimirlos.

Casitas rodeadas de edificios, pajaritos revoloteando y hasta diferentes miradas tanto de los más chiquitos como de los adolescentes acerca del espacio cultural al que dibujaron con sus paredes vidriadas y sus amplios jardines, fueron algunas de las creaciones de los participantes a los se que reunió en pequeñas islas de tres integrantes para respetar las medidas sanitarias, en medio de papeles repletos de tonalidades porque la mayoría prefirió darle vida a las ilustraciones.

En una segunda instancia, la más difícil para la mayoría, los peques ingresaron al universo del bordado enhebrando la lana en la aguja para dar sus primeras puntadas y rellenar las líneas que reprodujeron en el lienzo, mientras sus dedos se acostumbrando al movimiento. Si bien algunos ya iban con conocimientos en costura, la mayoría señaló que se anotó por curiosidad sobre esta disciplina tradicional mexicana, que se caracteriza por imágenes multicolores y figuras geométricas.

"¿Cómo se hace el dibujo con el papel mágico?’ "¿A vos te sale el dibujo en la tela?’ "¿Yo pinté los edificios y vos?’ "Esta es la casa de mi abuela que me gusta mucho" ¿Cómo se pasa la lana?; fueron algunos de los comentarios y consultas que hacían los chicos entre ellos y también a la profesora.

Con aguja en mano. Algunos de los chicos dando las primeras
puntadas a los dibujos que pasaron al paño.

"¡Hay un montón de colores para elegir! ¡Me gustó hacer nuevas amigos! dijeron desde un efusivo equipo contentos por haber elegido el taller. Con sus voces felices por compartir un día libre diferente, conociendo nuevas amistades y aprendiendo un arte en el que luego podrán profundizar y volcar sus fantasías, todos se dieron a la tarea de hacer un colorido diseño de la ciudad, entre lanas de colores, tijeras y bastidores.

Alma, de 8. "Se usar la aguja para coser y quiero aprender a bordar porque mi abuela teje mucho y traje mi propio bastidor".
Lautaro, de 8. "Yo sé coser a máquina y también a mano. No le tengo miedo a la aguja. En la casa de mis abuelos aprendí".
Alma, de 11 años. "Me gustó poder hacer esto y aprender. Mi abuela me enseñó a tener y, ahora, ya voy a saber bordar".

Dato

Martes 13 y miércoles 14, de 16 a 18. Inscripciones por Whatsapp al 2644126300. En el Museo Historia Urbana ( calle 25 de Mayo y Felix Aguilar). Gratis.