La médica trucha, Giselle Rímolo, que había sido condenada a nueve años de prisión en 2017 por ejercicio ilegal de la medicina y adulteración de medicamentos, recuperará la libertad el año próximo.

Gracias al programa “Prisma”, que encarcela en conjunto a personas con problemas psiquiátricos, Mónica María Rímolo, se encuentra presa en una unidad penitenciaria especial. Pese a que su salud es estable, la falsa médica es diabética e hipertensa y tiene sobrepeso.

Por tal motivo, Rímolo forma parte del grupo de riesgo frente al coronavirus, y por eso no pudo gozar de las salidas transitorias previo al otorgamiento de la libertad condicional que se le dará próximamente.

Durante los años, la ex pareja de Silvio Soldán perdió su casa familiar y luego también a su marido, el abogado Juan Gainedú.

A pesar de que él la llama todos los días por teléfono, se especula que tiene una nueva relación de pareja con otra mujer, quien duerme en la casa misma casa en la que Rímolo iría a vivir cuando le den la libertad condicional.

En tanto, el abogado defensor, Roberto Schlagel, realiza en estos momentos los papeles necesarios para que se reduzca la pena de su clienta, con el alegato de que su clienta hizo cursos y estudios en prisión, en concepto de “estímulo educativo”:  

En ese sentido, la médica trucha estudia computación y pintura letrista y, además, se encarga de limpiar los sanitarios de los baños del pabellón donde se encuentra alojada.

Por órden judicial, Rímolo podrá salir de la cárcel por períodos de 12 horas, un día de los fines de semana, una vez a la semana. Es decir, paulatinamente desde el próximo 24 de diciembre.

Más tarde se le otorgará el permiso judicial para salir todo el día entero hasta que consiga la libertad condicional, en los primeros meses del 2021 y vivirá en la localidad bonaerense de Don Torcuato, en zona norte, o en la casa de su marido, donde fue detenida por última vez.

El caso de Giselle Rímolo

En 2001 una cámara oculta del programa Telenoche Investiga entró en su clínica privada, “Cidene”, y la grabó mientras recetaba medicamentos de contrabando. Tras una investigación judicial comprobaron que no tenía título de médica.

En tanto, la familia de Lilian Díaz, una mujer de 41 años que falleció producto de los medicamentos que le había recetado Rímolo, denunció penalmente a la nutiricionista. Así, al pagar una pagar una fianza de 300 mil pesos zafó de la cárcel. Ya en 2004 volvió a ser detenida y excarcelada, Si embargo, pagó una fianza de 100 mil pesos.