Desde Corea del Sur, llega otra película dramática que, tras el éxito de 'Parásito', promete arrasar también la taquilla, no sólo entretener, sino también reflexionar sobre la condición humana. No es casual que el estreno de hoy, justo cuando se está conmemorando esta semana el 80º Aniversario del Terremoto de 1944 en San Juan, este film generará sin dudas mucha sensibilidad no sólo en aquellos que gusten del cine catástrofe, sino en aquellos espectadores que sientan identificación con la historia contemporánea provincial, dado que la tragedia natural del "44 produjo profundas heridas sociales que siguen vigentes en el presente. 

En la cartelera internacional se la conoce como 'Utopía de cemento', pero en Argentina tiene como nombre 'Sobrevivientes: después del terremoto'. Tal como lo define el título, la película trata sobre un grupo de supervivientes aferrados en el único edificio que quedó en pie tras un devastador sismo que arrasó con la ciudad y el eje de la trama son los diferentes comportamientos que adoptan estas personas ante el desastre y la muerte. Acorde a la línea de contenido que viene ofreciendo el cine surcoreano en estos últimos años en temas alegóricos sobre la deshumanización, la desigualdad social y económica, el totalitarismo, la marginación al otro y el egoísmo individualista en la sociedad contemporánea, el fuerte de esta nueva comedia negra es la crudeza con la que muestra la miseria del ser humano.

Desde los dueños de los departamentos que expulsan a los que no son propietarios para conservar la pobre propiedad que les queda para sobrevivir, hasta la tendencia dictatorial de uno de los personajes que se arroga un liderazgo que en teoría, hará que el principio de 'el fin justifica todos los medios' esté puesto en práctica. La humillación, la delación y el sálvese quien pueda son los valores que resaltan en las actitudes de este grupo de sobrevivientes. Estos elementos hacen a una narración potente reforzada por un diseño visual de las calles y viviendas en un contexto de destrucción total y los personajes representan diferentes formas de enfrentar los conflictos.

Myung-hwa es una enfermera que considera que expulsar a la gente que necesita ayuda es inhumano, pero carece de la fuerza o los recursos para tomar decisiones, sobre todo cuando la mayoría prefiere el aislamiento y dejar morir a los extraños. El marido, protagonizado por Park Seo-joon, tiene también conflictos morales, pero elige mirar al costado los problemas porque hay un status-quo que lo favorece. Por otro lado está el duro y despiadado líder electo, interpretado por Lee Byung-hun, quien instaura un régimen militar, apoyado por una mujer de clase acomodada que acumula todos los recursos vitales para sobrellevar la crisis reinante. Los conflictos se intensifican a medida que los recursos se van agotando y los dilemas morales y éticos se van profundizando, hasta desencadenar un final sorpresivo que a más de uno se le planteará una discusión interna con el interrogante sobre qué haría en una situación extrema como la mostrada en pantalla. 

La película lleva más de cuatro millones de espectadores y es la cuarta más exitosa de 2023 en salas de Corea del Sur. Además, fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2023 y es la selección de Corea del Sur al Oscar a Mejor Película Internacional 2024, que la posiciona como firme candidata a dicho rubro. Sin dudas, se trata de una propuesta osada, llena de tensión y también generará debate. Otro punto destacado, es el hiperrealismo de su producción que muestra este edificio como escenario desolador y apocalíptico, como el vínculo central entre los protagonistas. Una experiencia cautivante que hará recordar, comparar y buscar algunas similitudes posible o contrastes con las historias sufridas en 1944.