Dementes es el nuevo espectáculo que traerá La buena moza, en el marco de su gira. Abajo, el combo con Daniel Bernal (a la derecha, con guitarra), director escénico y musical. 

Y un buen día, llega la rebelión de las neuronas. Cansadas de que el cerebro -a quien acusan de frío y calculador- las haga trabajar las 24 horas del día, los 365 días del año; y con profundo anhelo de saber qué sienten las manos al acariciar, el estómago cuando la persona come, el corazón al amar, hacen un motín, dispuestas a abandonar su lugar. De eso se trata "Dementes", el nuevo espectáculo de La buena moza, que el próximo fin de semana -a 10 años de su última vez en la provincia- mostrarán en San Juan. Show que estrenaron en diciembre del año pasado en el vecino Teatro Independencia, y con el que el combo traza un paralelismo con la sociedad. "Es una caricatura de la sociedad actual, porque las murgas dicen lo que sucede, desde otra mirada", explica Daniel Bernal, director escénico y musical de esta premiada murga estilo uruguayo, que con 17 años de trayectoria en las tablas e invitada para actuar al CCK, traerá su gran despliegue de colorido y mordacidad.


- ¿Por qué Dementes?


- Tiene la doble lectura, de ser un espectáculo de mentes, y a la vez de que realmente vivir en este mundo es ya para dementes, para locos... (risas). 


- Con humor se dice cada cosa seria...


-Se habla de la sociedad desde el humor, que no es necesariamente el chiste fácil. Si vas a ver una murga, por más que sea de otro lado, en algún momento va a decir algo que a vos te pasó, que a tu prima le pasó, o que sucedió en tu barrio, por eso se logra empatizar con cualquier tipo de público. Van pasando temas como la niñez, la hipercomunicación, el tema de género... todas esas temáticas desfilan por el espectáculo, pero ahora con las neuronas como protagonistas. Se empieza a hablar de la conciencia individual y se pasa a la colectiva. 


- Fueron invitados a Buenos Aires, y generalmente el tránsito de las murgas ha sido al revés...


- Exacto, así ha sido siempre. Esta murga tiene 18 años, es anterior incluso a Agarrate Catalina, que es la que más cruzó desde Uruguay en la última etapa, que se formó en 2003. Lo que pasa es que el carnaval uruguayo mueve muchísimo dinero y ellos juegan en ese terreno, y han llegado a hacer gira mundial entre carnavales. Nosotros hemos estado en las programaciones culturales argentinas, pero está todo como muy quieto, así que salimos nosotros a mover la obra. 


- ¿Hay mucha murga estilo uruguayo en Cuyo? 


- Por suerte hay mucho. En Mendoza la actividad es grandísima, como en Rosario y Buenos Aires. Tenemos 13 murgas andando en este momento, entre las cuales hay de varones, de mujeres y mixtas, respetando el canto estilo uruguayo pero con espectáculos propios. Y ya por suerte pasó la etapa de mirar a Uruguay y copiar. Nuestro logo, por ejemplo, dice "murga mendocina". En San Juan está La Pericana, también de este género, que ha venido al encuentro de murgas que se realiza hace años en Mendoza, y seguramente sucederá algo entre ellos y nosotros ahora cuando vayamos. 


- ¿Y se puede decir que hay identidad en la murga cuyana?


- Sí, básicamente porque hablamos de lo que pasa acá, con cosas de acá; de las acequias, de la montaña, de los problemas de la minería... Nosotros también metimos música cuyana, ritmos de cueca, un cogollo de tonada en el medio de una presentación... Y por otra parte, lo que vas a ver en la murga mendocina es que es muy importante lo teatral. Si comparás con una uruguaya, ellos, sin tanto desarrollo de personaje, van rápidamente al chiste y a la presentación de la siguiente canción; en cambio nosotros sí planteamos un guión completo, donde todo el espectáculo, desde el maquillaje a las letras, todo tiene que ver con el mensaje que queremos dar. Es muy difícil que una murga montevideana meta en el medio una parte dura y solemne. Nosotros sí, y es una característica de La buena moza. Las montevideanas si pegan algún palo, es desde la risa o la ironía. Nosotros también lo usamos, pero además tratamos de apelar a la sensibilidad del público desde otras miradas. 


- ¿Tienen un poco más de poética, podría decirse?


- Claro, no se trata de sólo hacer rimar las cosas y hacer humor, sino que también va por ese otro lado. La impronta teatral es muy importante para nosotros, ahí las mendocinas han encontrado un rasgo distintivo, diferente a las montevideanas. 


- Pero no dejan de ser "incómodas" para ciertos sectores...


- No, no, para nada. Incomodan. En 2012 más o menos el gobierno nos cerró los teatros oficiales por pegarle al gobernador...


- ¿Y cómo manejan eso?


- Intentar darle una vuelta de rosca más a lo que querés decir, no ser tan directos, porque en definitiva insistir con eso lo único que logra es que no podás trabajar. En cambio si decís lo mismo, con una forma más pensada, sin exponer tanto a la persona a la que te referís pero igual diciéndolo y que la gente lo entiende, se puede. Nos significó un desafío, que en Dementes lo hemos logrado, decir muchísimas cosas, sin necesidad de callar. Hay otras murgas que son tan directas que la gente los aplaude a rabiar, pero se les cierran todas las puertas. El arte de ceder y de construir a la vez ha sido el gran aprendizaje estos años. 


- Cuando están arriba del escenario, ¿se sienten poderosos, una herramienta, un nexo?


- Hay una pequeña liberación, en el sentido de que lo que has pensado lo estás diciendo delante de un público y sabés a la vez que sos una herramienta, que hay gente que la está sufriendo y vos podés decirlo. Fracasamos si lo decimos de la misma manera que lo dice un noticiero, tenemos que buscarle la vuelta, la forma de entrarle a la gente. Primero bajás la barrera desde el humor y después se le entra con todo, diciendo las verdades con ironía... Sí, sí se siente uno poderoso, pero también sabés que sos un emisario, que no podés decir cualquier estupidez, porque además tenemos 18 años, no somos una bandita de garage como para ir gritando por gritar. Nuestra intención es gritar y que nos escuchen, pero siempre con un contenido importante. 



El dato


La buena moza presentará Dementes en versión completa el sábado 22 de septiembre, 22 hs en Sala Z (Pedro Echagüe 451 oeste). Entradas: $150 ($100 anticipadas, en la boletería de Sala Z todos los días de 9 a 13 y de 17 a 21 hs). El domingo 23 actuará en el espacio verde ubicado entre el Ferrourbanístico y CC Conte Grand, cerrando la primera jornada de los Jardines Culturales organizados por Secretaría de Cultura, con entrada libre y gratuita.