Cuando todos esperaban que la ola negra inundara la alfombra roja de los Oscar 2018, tal como sucedió en la entrega de los Golden Globes y los BAFTA por las denuncias de acoso y abuso sexuales que abrieron paso a los movimientos #MeToo y Time's Up, la pasarela de la premiación a lo mejor del cine estadounidense recuperó el color.

Sin el negro a modo de protesta, las estrellas de Hollywood desfilaron este domingo en la pasarela montada en la entrada del Dolby Theatre de Los Ángeles, Estados Unidos, unas dos horas antes del inicio de la ceremonia e inundaron de colores el rojo pasión de la alfombra más famosa del mundo.

Jennifer Lawrence, quien presentó junto a Jodie Foster el Oscar a Mejor Actriz en lugar de Casey Affleck, deslumbró a todos con un brillante diseño de Dior que dejaba al descubierto sus hombros y daba rienda suelta a su alborotada cabellera rubia.

En tanto, la mexicana Eiza González, una de las invitadas para presentar en la gala, apostó al amarillo y fue elogiada en las redes por su escultural figura así como por los diamantes Chopard blancos que usó para resaltar su look.

Su compatriota Salma Hayek no corrió la misma suerte. Es que, la afamada actriz desfiló junto a su marido, el empresario francés François-Henri Pinault, con un modelo de Gucci a puro glitter que no gustó demasiado en las redes sociales tanto por su color (malva) como por los numerosos detalles y volados que tenía.

Quien sí acaparó muchas miradas, y elogios, fue la actriz estadounidense Jennifer Garner. En detalle, la ex mujer de Ben Affleck lució un vestido azul furioso con cola de Atelier Versace que le valió varios piropos en las redes sociales y en los comentarios de estilistas y diseñadores durante la transmisión.

Jane Fonda, por su parte, dio clases de elegancia con sus 81 años al posar ante las cámaras con un inmaculado modelo blanco níveo de marcadas hombreras y escote asimétrico de Balmain que fue adornado con el pin de Time's Up.

Otra veterana que dio de qué hablar fue la puertorriqueña Rita Moreno, de 86 años, quien se puso el mismo vestido negro y dorado con el que ganó hace 56 años un Oscar como Mejor Actriz de reparto por West Side Story.