Los restos mortales de la actriz Carrie Fisher, fallecida el pasado 27 de diciembre a los 60 años luego de sufrir un ataque al corazón, fueron enterrados en una urna con la forma de la pastilla antidepresiva Prozac en un cementerio de Hollywood.

Según un cable de la agencia EFE, Todd Fisher, hermano de la actriz que encarnó a la Princesa Leia en “Star Wars”, afirmó que ese “era el lugar donde le gustaría estar” por considerar que se trataba de “una de sus posesiones favoritas”, y aclaró que esa decisión fue acordada con Billie, la hija de Carrie.

La actriz había recurrido a este medicamento cuando debió encarar tratamientos para abandonar su adicción a las drogas y el alcohol, y luego de ser diagnosticada con trastorno bipolar.

Carrie Fisher fue enterrada el viernes junto a su madre, la leyenda de Hollywood Debbie Reynolds, quien murió un día después que su hija, a los 84 años.

Además de la popular saga, la actriz participó en exitosos filmes como “The Blues Brothers”, “Hannah y sus hermanas” y “Cuando Harry conoció a Sally”. Al momento de su fallecimiento, Fisher estaba promocionando su nuevo libro “The princess diarist”, en el que relataba detalles de su participación en “Star Wars”.