Entre maravillados y emocionados, así se mostraron Marley y Lizy Tagliani en suelo sanjuanino, al ver sus paisajes y conocer detalles del terremoto que azotó a San Juan en 1944 en la voz de descendientes de quienes lo sufrieron.

Los conductores llegaron a la provincia ayer lunes, después de haber pasado por Mendoza, para filmar el material que se podrá ver en el ciclo "Por el mundo", que se emite por Telefé los domingos por la noche.

Dentro del itinerario sanjuanino, ambos recorrieron bodegas y aceiteras locales, el paraje de la Difunta Correa e incluso el Valle de la Luna. Pasaron también por la Casa de Sarmiento, el Teatro del Bicentenario y el Museo de Bellas Artes.

"La idea de este ciclo es demostrar que se puede viajar, que la gente no debe tener tanto miedo. Si uno se protege adecuadamente y mantiene la distancia, no hay forma de contagiarse -de coronavirus-. El tema es no ser imprudentes. Además somos un grupo de convivientes, que estamos hisopados y estamos tranquilos en ese sentido", destacó Marley a DIARIO DE CUYO.

Y agregó: "Es necesario que se reactiven la economía y el turismo. Fueron muchos meses de estar encerrados y hay mucha gente que necesita realmente trabajar y que los restaurantes se llenen; que los lugares se vayan abriendo y es un incentivo para que se pueda viajar y tomar vacaciones, además, por supuesto, de conocer el país".

A la vez, el conductor destacó: "Es un país tan grande, con tantos climas, con tanta geografía diferente y variada. Lo que me llevo de San Juan es el paisaje del Valle de la Luna, es increíble, un lugar único".

Por su parte, Lizy resaltó que "la historia, la geografía y esa hospitalidad que tenemos los argentinos en querer abrazarnos, la pandemia nos impidió eso y nos cuesta no hacerlo, se siente mucho esa demostración de afecto y cariño que tenemos a la hora de ser recibidos como si fueras un familiar, la esencia del argentino es única, es un hilo conductor que tenemos todos y esto no sucede en ningún otro lado, en otro país". 

Y confió que se conmovió mucho al oír en estas tierras las historias sobre el terremoto de 1944. "Es tremendo, porque lo leemos en la facultad, en los libros y en la escuela, pero te falta el relato de las personas que lo vivieron. Entonces fue muy conmovedor conocer lo que pasó aquí", aseguró.