Presentes o ausentes, más jóvenes o más entradas en años, lejos o cerca; las madres ocupan siempre un lugar especial en el corazón de sus hijos, que suele estar lleno de recuerdos de los buenos momentos vividos a su lado. Momentos que muchas veces quedan simbolizados en alguna fotografía guardada con enorme cariño, que al verla, moviliza emociones y sentimientos, arranca lágrimas y sonrisas. Hoy, cuando se celebra el Día de la Madre, cinco artistas del ruedo local comparten esa foto especial y lo que revive en ellos, con los lectores de DIARIO DE CUYO.


Giselle Aldeco. Cantante


Esta foto es muy especial para mí ya que admiro la labor de mi madre, Nancy Radicetti, y la entrega constante que tiene en el aula. La tomamos en la escuela Justo José de Urquiza, allí trabaja mi mamá (es seño de Segundo grado) donde fui convocada para cantar en el acto del 20 de Junio. Vengo de una familia folklorista de la cual heredé mi pasión por cantar. Y hoy puedo decir también que estoy siguiendo los pasos de mi madre en la docencia, ya que soy maestra jardinera. Mi nona desde el Cielo debe estar muy feliz de vernos disfrutar de esto. Agradezco a Dios haberla escuchado en su momento cuando elegí esta carrera. Con mis hermanas compartimos a mi madre con tantos niños que fueron y son sus alumnos, a los cuales quiere como hijos. 


Beatriz González. Bailarina, coreógrafa


Esta foto es de 1998, de un viaje al que mamá, Nebita Alladio, nos invitó, uno de tantos. Mis padres nos vivían invitando a viajar con ellos, ¡siempre! Casi todas las vacaciones eran con ellos dos y cuando murió mi papá, fueron con ella. En esa foto se ve como si la quisiera retener un poco más a mi lado. Cuánto la extraño y cuánta falta me hace todo su apoyo incondicional, su sabiduría, su conocimiento, su generosidad extrema. Me gustaría haberla tenido más tiempo para abrazarla y besarla más. Íbamos en un catamarán, nos había invitado a mi hermana y a mí junto con mis hijas, a las termas de Colón. Sólo mujeres íbamos, ¡nos divertimos muuucho! Fue un viaje inolvidable, bueno, cómo tantos otros hechos con ella... Y siempre me queda eso de por qué no la abracé y la besé y le dije que la amaba con toda mi alma, mucho más.



Silvio Guevara. Actor


Ella es María Ester, mi madre. Esta foto es de julio del "92 o "93, para un cumpleaños suyo. Recuerdo que había invitado a un montón de amigos y que hacía mucho, mucho frío. Es en una lomoteca sobre calle Rawson al norte, donde supo trabajar. Mi vieja siempre fue muy guapa, nunca bajó los brazos. Y siempre me apoyó en todo, hasta en lo que no le gustaba mucho, si veía que a mí me gustaba. Y lo sigue haciendo. En esta foto está radiante, como siempre, nunca se le cae la sonrisa de la cara. Yo tenía el pelo largo y mucha rebeldía en el cuerpo, eran épocas de adolescente. Y ahora la entiendo porque mi hijo más grande está entrando a la adolescencia y estoy pasando las mismas situaciones que, imagino, pasó ella cuando yo estaba en esa edad: la rebeldía, el no saber qué uno quiere, escaparse de la casa, los primeros pasitos en los boliches... Nosotros estábamos solitos, mi madre y yo, y ella siempre me bancó. Ahora vive en Buenos Aires, la extraño y siempre la esperamos... Todos los días me acuerdo de ella, siempre está presente. 


Marian Abraham. Bailarina, coreógrafa


Esta foto es muy importante para mí. Es de diciembre de 1991, el momento en que le entrego el título a mi madre, Antonieta Chiapini. Ella enviudó muy joven y debió postergar muchas cosas por ocuparse de nosotros, que éramos adolescentes. Nos enseñó que con voluntad, amor y disciplina uno puede lograr lo que se propone. Fue muy duro todo cuando falleció mi padre. Supuestamente iría a dar un seminario a Trelew y regresaría, pero no volvió (NdR, falleció en el sur). Mi Mamá también era muy mimada de mi padre y sentí que para ella era un desafío muy grande quedar con dos hijos y sin respuesta. Comenzó a trabajar todo el tiempo, rindió en la Universidad y ganó dos cargos. Ya era profesora de dibujo, pintura e italiano. Estudiaba de noche, daba clases todo el día, era solista del Coro Universitario que dirigía el Mº Petracchini. Con mi hermano siempre la acompañamos a seguir, hasta que llegó ese momento tan especial. En esa foto la abrazo y le digo: ¡Felicitaciones Ma, lo lograste. Te quiero y admiro con todo mi corazón!



Jorge Fuentes. Director coral


Esta foto es del año 2010, fue tomada en las Cataratas de Iguazú. Mi mamá, María Isabel (más conocida como Marisa), ama el agua pero detesta el calor. Sin embargo fue ella quien insistió en viajar al noreste del país en verano. Para aliviar el calor, fuimos hasta una parte del paseo donde el agua de las cataratas mojaba el camino, y sí, ¡se empapó, pero feliz! Por sobre la anécdota en sí, esta foto representa para mí el esfuerzo de mi madre para que nosotros guardáramos momentos especiales de la familia en nuestras memorias. Para ella, viajar no sólo significaba conocer lugares o descansar, sino vivir anécdotas, hazañas y locuras que pudiéramos compartir y recordar entre risas toda la vida. Mi mamá es una persona sumamente trabajadora. Siempre admiré su perseverancia y responsabilidad. Ella me enseñó que lo que importa es el amor que uno da en lo que hace y a disfrutar de las pequeñas-grandes alegrías cotidianas.