Fotos Daniel Arias 

Ambientada al estilo Halloween, una de las salas del IxD se convirtió en un verdadero laboratorio para los peques. 

¡Vamos a hacer sangre! ¡Y también una explosión! contaban entusiasmados los pequeños mientras se ubicaban en sus sillas, alrededor de varias mesas. Cada uno con una bandeja y una cuchara plásticas enfrente, escuchaban con atención las explicaciones de la "seño': estaban a punto de hacer un fluido no newtoniano; y así de serio como suena el asunto, se pusieron ellos manos a al obra. Fue en el segundo turno del "Especial Escalofríos (el primero fue por la mañana) que ayer realizó el centro IxD (Infinito por descubrir, bajo el ala de los ministerios de Educación nacional y provincial), de modo gratuito para niños de 6 a 9 años. Concentrados, volcaban agua poco a poco sobre maicena y revolvían, cosa que cada vez se ponía más difícil. Fue hasta que llegaron a un punto donde se solidificaba, pero al levantarla, volvía a hacerse líquida. Luego un poco de colorante rojo y listo! La "sangre' estuvo lista y no dudaron en meter manos para explorar con sus propios sentidos. La previa de Halloween -que se festeja mañana- fue en realidad la excusa para que los niños aprendieran sobre ciencia de modo divertido y funcionó.


"Estas celebraciones les encantan a los niños y nos permiten a nosotros realizar actividades transversales donde, jugando, aprenden un ciencia y también arte porque crean personajes y escriben historias de terror. El objetivo es siempre una educación no formal que puede despertar vocaciones. Divertirse aprendiendo, eso es IxD', comentó a DIARIO DE CUYO Matías de la Cruz, cabeza local de este "mundo abierto donde pueden ir del trabajo de huerta a energías renovables, pasando por robótica, sonido, videojuegos y más'. 


La de la "sangre' no fue la única experiencia que asombró a los peques reunidos en el salón decorado con arañas y calaveras, donde no faltaron los bonetes hechiceros, magos o brujos. Después se ubicaron frente a una mesa y fueron las facilitadoras -Florencia y Yanina- quienes concretaron la reacción exotérmica con yoduro de potasio... "Si se usa un pote de plástico, se derrite', adelantó, conocedor, Mateo. "Claro, porque se pone muy caliente, así que no se toca', advirtió una de las facilitadoras. Contenedores de vidrio, una "pócima', agitar... y? La mezcla empezó a elevarse en medio del "hey hey!' coreado como arenga para que subiera más. No hubo explosión, pero sí una espuma que se derramó como lava de volcán, fascinando a los minicientíficos. "¡Si lo subimos a internet vamos a ser millonarios!' exclamó Francisco. 


Entre charlas, risas y amigos fue transitando la jornada, en la que también pintaron dibujos de brujas, esqueletos, murciélagos y calabazas; y además crearon espeluznantes criaturas con plastilinas de colores. Una vivencia escalofriantemente provechosa. (Ver galería en DIARIO DE CUYO online)



 

La reacción exotérmica fascinó a los niños, que observaron atentamente cada paso y aplaudieron el fenómeno. 


 

 Hacer "sangre' fue la excusa para experimentar una sustancia que cambiaba de consistencia. 

Con plastilinas los chicos crearon sus tenebrosas criaturas.